Las superficies con las que estamos en contacto a diario, y a menudo como parte de los espacios públicos (mesadas, puertas, picaportes, grifos, baños, medios de transporte) o elementos como el dinero, son el hábitat natural de diversos virus, bacterias y hongos (patógenos) que podemos vehiculizar hacia el organismo a través de nuestras manos, que ofician como vectores transportadores de éstos gérmenes.
Lavarse las manos es una práctica tan sencilla como necesaria a la hora de evitar el contagio de muchas enfermedades; infecciones cutáneas, oculares, parásitos intestinales SRAS y gripe aviar e influenza H1/N1, incluso las Enfermedades transmisibles por los alimentos (ETA) tales como síndrome urémico hemolítico (SUH), salmonelosis y shigelosis.
Con un poco de agua y jabón se pueden salvar muchas vidas. Lavarse las manos con jabón es fundamental en la lucha contra enfermedades infecciosas (incluida el COVID-19 como enfermedad protagónica en estos últimos tiempos en el mundo entero) totalmente prevenibles.
Un gesto tan simple como lavarse las manos con agua y jabón puede ser clave para la supervivencia de millones de personas, sobre todo de los más pequeños. Los niños y niñas son los mas vulnerables a los efectos de la diarrea y de las infecciones respiratorias, enfermedades que se pueden prevenir con un poco de agua y jabón.
La higiene de manos se ha vuelto una necesidad como práctica hasta convertirse en el hábito por excelencia que nos libre de adquirir enfermedades totalmente evitables ya que nuestras manos son el “lleva y trae” de esos patógenos que suelen enfermarnos.
Por eso para que nuestra alimentación sea saludable también debemos estar atentos y vigilar la higiene de nuestras manos, ya que son las que nos sirven los alimentos que llevamos a la boca y por la cual ingresan estos patógenos.
Es recomendable lavarse las manos con agua y jabón antes de estar en contacto con los alimentos. Adoptando esta práctica como norma es mucho mas sencillo pensar en el lavado de manos y que se vuelva un acto automático (independientemente de cuales sean los objetos que hayamos manipulado o si hemos usado el inodoro previamente a la ingesta).
En la practica puede suceder que no tengamos a disposición “agua y jabón” para higienizar nuestras manos por lo cual es recomendable que siempre tengamos entre nuestros elementos de uso personal toallitas húmedas anti bacteriales o alcohol en gel para manos. Aunque cabe resaltar que no reemplazan al jabón (ya que no matan a todos los patógenos); siempre es más efectivo el uso de agua y jabón.
El próximo 15 de octubre es el Día Mundial del Lavado de Manos con la finalidad de que tomemos conciencia como una practica tan sencilla y de bajo costo es la profilaxis que salva vidas.
Los niños como agentes de cambio
Cuando se trata de compartir buenas prácticas de higiene, los niños y niñas pueden actuar como agentes de cambio y transmitir las “lecciones de lavado de manos” que aprenden en la escuela a sus hogares y comunidades. Motivemos a nuestros niños y niñas para que hagan suyas y compartan las practicas apropiadas del lavado de manos y hacerlos “embajadores del lavado de manos” en cada una de las iniciativas locales y nacionales como prevención de enfermedades y reducción del gasto público.
