Alejandro es de La Plata, empezó con algunos dolores de espalda y en pleno mundial de Qatar explotó todo: de festejar en 7 y 50 a terminar en el Hospital San Martín.
En diálogo con LAPLATA1.com, cuenta su particular historia. Hoy necesita la diálisis para vivir y come gracias a las donaciones que le hacen.
“Tengo una falla renal crónica. Hago tres veces a la semana diálisis desde las 7 a las 11 de la mañana”, señala.
“Arranqué con dolores de espalda. Se me hinchaban los tobillos. Cuando fui al Hospital Gutiérrez me dijeron que me comprara una plantilla ortopédica. Le hice caso pero seguía con dolores”, recuerda.
En uno de los triunfos de la selección fue a festejar a 7 y 50. Cuando volvió, todo se vino abajo: “Comí y me agarró una convulsión cuando estaba acostado. No sabía a dónde estaba. Cuando me quise acordar estaba en la terapia del Hospital San Martín”.
Pasó la semifinal y la final en el Hospital. Jamás lo imaginó. Hoy vive en la casa de su suegra. Su pareja, por su parte, no tiene ingresos. Él era el sostén económico de la familia y hoy no puede trabajar.
“Esto me cagó la vida. Vivía de hacer alambrados y ganaba bastante bien. Ahora no cobro nada, no tengo ayuda de nadie. La única ayuda es de la gente, que nos dona o trae mercadería”, señala.
Y cuenta: “Recién el mes que viene voy a estar en lista de espera. Ya tengo casi todos los estudios, pero es un proceso largo. Para comer me traigo la viandita del hospital porque a veces no tengo para comer. La diálisis te saca mucho el calcio entonces te recomiendan hierro. Muchas veces te da el hospital pero a veces tenés que conseguirlo vos”.
“No me estoy cagando de hambre porque con lo que dona la gente puedo ir comiendo verduras, pollo sin piel, y esas cosas”, dice Alejandro, aunque reconoce que se le hace muy difícil respetar la dieta al 100% por cuestiones económicas.
También está nervioso porque necesita acondicionar el lugar donde vive para afrontar toda la etapa posterior: “La máquina te arruina. Me pinchan el brazo dos veces en cada diálisis. Pero también es cierto que estoy viviendo gracias a esa máquina”.
“No puedo hacer fuerza porque el riñón se jode. Todo lo tengo que hacer con la mano derecha. Con la izquierda no puedo levantar ni una bolsa con papa”, completa Alejandro, quien dejó su cuenta de Facebook y su teléfono para poder brindarle ayuda: 221 437 6126.
