Un exfuncionario de María Eugenia Vidal, participante de la mesa vulgarmente conocida como “Gestapo antisindical”, admitió ayer haber mantenido reuniones y contactos con la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) y el exministro de Trabajo bonaerense Marcelo Villegas relacionadas con el sindicalista platense Juan Pablo “Pata” Medina, así como haber asesorado a empresarios de la construcción para presentar denuncias contra el gremialista como “testigos de identidad reservada”.
El testimonio de Adrián Grassi, exsubsecretario de Justicia bonaerense, resulta decisivo para la causa judicial que investiga Ernesto Kreplak por asumir, por primera vez, todas las maniobras y contactos denunciados como un mecanismo articulado para acorralar y encarcelar a Medina, pero con la salvedad de declarar esa operatoria como legal y enmarcada en sus funciones.
Grassi se presentó ayer a indagatoria en el juzgado y no respondió preguntas pero dejó un descargo por escrito. Allí reconoce todas las llamadas y mensajes telefónicos con sus coimputados en el expediente, tanto empresarios como Villegas y la propia AFI. En cuanto a su participación en la reunión en la sede porteña del Banco Provincia del 15 de junio de 2017 que quedó expuesta en un video hallado en la AFI y presentado por la actual titular de esa repartición, Cristina Caamaño, dijo que se trató de un supuesto encuentro “de trabajo” en el que “no se cometió ningún delito ni se pergeñó un supuesto plan criminal ni nada que se le parezca”.
“Se trató de un encuentro donde los empresarios, una vez más, manifestaron los graves hechos de los que resultaban víctimas y solicitaron nuestra intervención para intentar encontrar una solución legal al conflicto” con el “Pata” Medina, entonces titular de la Uocra platense. De todos modos, Grassi toma distancia de otros denunciados al señalar que si alguno de ellos cometió un delito, en particular los agentes de la AFI con posibles violaciones a la ley de Inteligencia, lo hizo sin su conocimiento.
El número dos de Justicia a lo largo de toda la gestión de Vidal reconoció que tenía vínculo previo con empresarios presentes en la reunión y mencionados en la causa como Carlos Tejada Ibáñez, Fabián Cusini, Ricardo Alconada y Marcelo Jaworski y que los instó a presentarse ante la Justicia con denuncias contra el sindicalista “y encontrar una solución definitiva”. Y admite que fue más allá: “les expliqué que, para mayor seguridad, podían declarar bajo la figura de testigo de identidad reservada”. La denuncia atribuida a Tejada Ibáñez fue, entre otras, clave para que ese mismo año fuese encarcelad Medina.
Entre las sospechas que investiga Kreplak figura que en el contexto del impulso de causas se instruía a los empresarios platenses a “provocar” al gremialista a través de medidas que necesariamente despertarían una reacción del dirigente, como diferimientos salariales o sanciones disciplinarias contra delegados sindicales. Cusini, en una indagatoria previa, señala a Grassi como el mayor impulsor de las acusaciones ante la Justicia contra Medina.
El exfuncionario, a continuación, se despega de los directivos de inteligencia presentes en la reunión: “siempre consideré que los procedimientos llevados a cabo por los miembros de la AFI contaban con la resolución judicial que los autorizaba. No tenía motivos para pensar que fueran a realizarse de otro modo”. Incluso echa mano del fallo de la Cámara federal que, con las firmas de Mariano Llorens y Pablo Bertuzzi, el mes pasado benefició a funcionarios macristas al incorporar la noción de “cuentapropistas” en las áreas de inteligencia para desarrollar tareas supuestamente ilegales.
Por lo demás, Grassi rebate las figuras de “asociación ilícita” contenida en la acusación, así como la de violación a la ley de inteligencia por entender que no estaba entre sus competencias saber si los agentes incurrían en esas irregularidades. En el arranque de su escrito, además, cuestiona la competencia de Kreplak al señalar que la acusación de la fiscalía señala al Gobierno nacional de Mauricio Macri y, por lo tanto, de jurisdicción federal. También menciona que la reunión se produjo en una sede del Banco Provincia en la ciudad de Buenos Aires.
