Ana nació en Gualeguaychú pero desde hace varios años vive en La Plata. En las últimas horas tuvo un descuido que todavía lamenta: perdió a su amada guitarra.
“El sábado fui a la plaza Belgrano. Cuando nos íbamos apoyé la guitarra en un poste para acomodar cosas y, porque soy una boluda bárbara y no sé qué me pasó en la cabeza, me subí al auto y la dejé ahí”, recuerda en diálogo con LAPLATA1.com.
“Hicimos unas cuadras y me di cuenta llegando a plaza Azcuénaga que no la tenía. No sabés la desesperación que tenía. Volví y no estaba más. Pregunté a todos los que vi sentados, parados o pasando, y nadie había visto nada”, señala Ana. Todo fue en cuestión de muy pocos minutos.
La guitarra guarda una connotación muy emotiva para ella: “La tengo desde chica. Nos la ganamos con mis dos hermanos en una rifa en Gualeguaychú hace 20 años”.
“Aprendí a tocar con ella. Es o era mi gran despeje. El único entretenimiento que se me volvió un vicio de los buenos. Me pasó de querer volver a mi casa para tocar la guitarra si no la había llevado, aunque esté con amigos. A todos lados iba conmigo”, agrega Ana.
Publicó su situación en las redes sociales pero todavía no tiene novedades. Mientras tanto, sigue recordando: “Incluso en los viajes la llevaba igual en la espalda aunque cargara 15 kilos en la espalda. Pero para mí no era un peso más. No sé cómo explicarlo. El que tiene un instrumento me va a entender”.
En ese sentido, contó que se trata de una guitarra criolla y tenía funda negra con un detalle en amarillo.
“Ninguna maravilla en cuanto a objeto musical, incluso tiene algunas heridas de guerra, pero tiene una importancia personal que va mucho más allá. Hasta le escribí un mini texto hablándole como si fuera una persona para desahogarme un poco”, reconoce entre algunas risas.
Ante cualquier información, dejó su celular: 221 598 7714.