
La tensión entre los supermercados y las empresas de consumo masivo por las listas de precios continúa.

La escalada comenzó luego de que el Gobierno anunciara la flexibilización del cepo cambiario y el dólar escalara un 10% en los primeros días de la semana pasada.
Con la posterior baja en la cotización de la divisa la mayoría de las empresas dieron marcha atrás, pero en el sector aceitero solo una lo hizo, el resto mantienen subas de entre el 9% y el 10% que los comercios no están dispuestos a aceptar.
Las cadenas advierten que si la situación persiste, podrían faltar algunas marcas en las góndolas.
Cabe destacar que la suba del dólar oficial de los primeros días se borró rápidamente y cotiza incluso por debajo de los niveles previos al anuncio de apertura del cepo y la puesta en marcha de la nueva política de bandas cambiarias.
Con la baja del dólar y la presión que ejercieron los supermercados y el Gobierno, un grupo de empresas decidió dar marcha atrás o moderar las subas. El caso de Molinos Río de la Plata fue público porque lo destacó el ministro de Economía Luis Caputo. La gigante alimenticia canceló las subas que rondaban el 10%.
El problema es que sus competidores no lo hicieron. “Las otras tres empresas del rubro aceitero todavía no dieron marcha atrás, pretenden subas del orden del 9% y 10% y nosotros no estamos dispuestos a aceptarlas”, reveló al sitio Ámbito una fuente del sector supermercadista.
Los comerciantes aseguran que el stock no es abundante: “ya no rinde como en otras épocas”·, explican. Por lo que de no mediar algún tipo de acuerdo en los próximos días se podría sentir escasez en las góndolas. “Es cuestión de días”, coinciden en los diferentes canales de venta.