
En una pista de patinaje del norte de España, rodeado de jóvenes patinadores vestidos con ropa urbana floja, Juanjo Urbizu, un hombre de 88 años, deslumbra a quienes lo observan realizando trucos con su patineta desde el borde de un bowl grafiteado.

Urbizu recuerda que su amor por el skate comenzó a los 70 años como una alternativa más accesible a los deportes de nieve. “Empecé porque era más barato que mis amados deportes de invierno”, confesó al medio Reuters entre risas.
Según Beijing Times, Urbizu inicia cada sesión asegurándose de limpiar el tazón de pequeñas piedras para garantizar una limpieza gradual y evitar accidentes.
“Mis huesos son especiales”, explicó mientras disfrutaba de una copa de vino blanco en su bar favorito del barrio obrero de Begoña, en Bilbao.
El ejemplo de Urbizu también resalta una realidad poblacional en España, un país donde la mitad de la población supera los 44 años de edad. Según datos gubernamentales, actualmente hay 137 personas de 64 años o más por cada 100 menores de 16 años.
“Romper la rutina te da una sensación de descanso, una nueva vida”, explicó el patinador. La actividad física, combinada con su vida social activa, principalmente en los intercambios de inglés que frecuenta dos veces por semana, le permite mantenerse no solo básicamente ágil, sino también mentalmente estimulado.
Urbizu no toma riesgos innecesarios y siempre prioriza su seguridad. “Las caídas aquí son verdaderamente malas, mucho peores que en la nieve”, afirmó al medio Reuters, que añade que el hombre recomienda a los principiantes usar protección completa. Además, anima a las personas mayores que deseen probar el skate a comenzar con calma y de manera progresiva.
En este espíritu de precaución, es habitual verlo con equipamiento adecuado: casco y ropa que faciliten su movilidad.
Según Beijing Times, disfruta compartiendo anécdotas de sus desafiantes sesiones en el parque frente a un público atento, combinando su destreza atlética con su sentido del humor durante los encuentros en el barrio bilbaíno de Begoña. “Lo que hago aquí no es solo por diversión, se trata de desafiar límites y agregar algo diferente a la vida diaria”, dijo al medio.