Después de la expulsión de Keila Sosa por parte del anfitrión de Gran Hermano, llegó el momento de otra eliminación. Giuliano, el líder de la semana, tomó la decisión de que Brian abandonara la casa.
Esta salida tiene una particularidad: si el participante quiere volver al juego, podrá hacerlo. Permanecerá aislado en un hotel durante un par de días y regresará el domingo.
Primero, “Nano” anunció que sube a placa a Petrona, porque “quiere ver el versus contra Sandra”, otra de las nominadas. Luego, lo bajó a Juan Pablo. “Vi un cambio en su forma de plantarse en la casa y me gustaría ver cómo avanza su personaje acá en la casa”, indicó sobre los motivos por los que decidió salvarlo.
“No lloren, vuelvo en repechaje. Se los juro por mis hijos. Tienen todo mi apoyo de afuera, no me aflojen. Me voy un rato, vuelvo en repechaje”, le dijo el vendedor ambulante a su grupo.
Santiago del Moro le comunicó que podía volver a “la vida real” o irse a aislarse en el hotel para volver el domingo, que fue la opción que eligió.
Tras el tenso programa de este jueves, el propio Giuliano mantuvo una charla con Luca, una de las personas más cercanas a Brian.
“Nunca me olvidé de lo de Jeni y tampoco me voy a olvidar de esto que pasó para mí. La balanza quedó totalmente desequilibrada. Así que siempre que tenga la posibilidad de sacarte de algún lado lo voy a hacer. Para mi quedas vos ahora, amigo. Te lo voy a demostrar”, lo palmeó Giuliano y se marchó de la habitación.
Pero Luca tiene otros planes: “Yo no. Como se puso él con Jeni, yo voy a estar así con Brian. Hasta que este no se vaya, yo no me voy”.
