Diego Martínez Villalba es de La Plata y hace dos meses empezó a tirar CV puerta por puerta, pero por ahora no tuvo viento a favor. Una historia atravesada por lo que más ama y mejor sabe hacer.
El hombre es soldador desde el 2006. Arrancó desde muy abajo en la refinería de YPF en Ensenada, y poco a poco se perfeccionó. A partir de ese punto, saltaría de una empresa a la otra dentro de la petroquímica. Cuando se quiso acordar, ya hacía trabajos verdaderamente complejos.
"Estuve en la obra más importante de la refinería", dijo Diego a LAPLATA1.com. Se trató de un importante arreglo en el "fósforo" que puso en alerta más de una vez a la región. En ese momento y de la mano de un helicóptero, realizaba soldaduras nada más y nada menos que a 80 metros de altura.
El destino lo llevaría a trabajar en el conurbano: pasó por Olavarría y Zarate. Después volvería a Ensenada. Pero algo no le dejaba de hacer ruido: "Me pagaban como soldador combinado, pero a veces soldaba. Aguanté tres años y un día dije '¿Qué hago acá?'" Tengo mi oficio y lo hago bien". Entonces tomó la decisión de marcharse.
Hace nueve meses Diego se la jugó solo y comenzó a dar cursos de soldador combinado. Primero empezó en un galpón alquilado a una empresa. Después pasó a su propia casa, en Villa Elvira. Su etapa como "maestro", no duró mucho más. Aunque empezó bien, poco a poco los alumnos se fueron bajando "por la situación económica general" y hoy solamente son solo tres.
De modo que hace dos meses, el hombre volvió a tirar CV puerta por puerta a cada empresa de La Plata, y por esas paradojas de la vida, trabajó en tantas y hoy ninguna lo llama. No se limitó a su ciudad, también envió su currículum a Mendoza y Neuquén.
Los motivos para acelerar la búsqueda de trabajo estaban clarísimos. "Tengo dos nenas hermosas. Se vienen las fiestas y necesito trabajar como sea de mi oficio", contó Diego a este medio.
Mientras tanto, sigue con los trabajos de herrería en su casa y también con los cursos. Este martes recibió una llamada cuando estaba soldando y no tenía el celular a mano. A los siete minutos, él volvió a llamar y le cortaron. "Se ve que no era para mí, Dios tiene algo mejor. Resisto a mi oficio porque es lo que amo", cerró. En ese sentido, quienes deseen contactarse con Diego pueden hacerlo a través del siguiente número: 2213608454.