La figura del máximo dirigente del Pincha está claro que no cae bien en AFA ni en la mayoría de los dirigentes del fútbol argentino. Y esas diferencias se fueron profundizando a medida que creció el poder de Claudio Tapia. De hecho en las últimas horas Estudiantes fue noticia ya que decidió no llevar a ningún representante de la institución a la Asamblea de la Asociación del Fútbol Argentino que proclamó a "Chiqui" con otro mandato.
En ese sentido las posturas se profundizaron en las últimas semanas cuando Sebastián Verón se mostró abiertamente a favor del desembarco de los capitales privados, acordó con el empresario Foster Gillett y generó críticas en aquellos que pregonan las asociaciones civiles sin fines de lucro.
Uno de los que atacó duramente a la "Brujita" fue el ex dirigente de Racing, el próximo 15 de diciembre tendrá elecciones, Adrián Fernández que en diálogo con el programa "Miércoles Galáctico" que se emite por You Tube sentenció: " Verón gerenció el fútbol". Cabe destacar que el "Oso" fue el presidente del fútbol amateur durante varios años en la gestión de Víctor Blanco y se marchó de su cargo por profundas diferencias con ese entonces el director deportivo Diego Milito que ahora buscará ser presidente.
En ese sentido Fernández afirmó que "está demostrado en su gran mayoría que haber sido un buen jugador de futbol no significa que seas un buen dirigente. Años atrás Passarela, Babington y ahora Román (Riquelme). Verón tiene una afinidad muy grande con Diego (Milito) y vienen por eso".
En el final de la entrevista con "Miércoles Galáctico" Fernández recordó que "Racing ya fue gerenciado del 2000 al 2008 y fue un espanto. Luchamos ocho años para tener democracia en el club y que el socio pueda elegir libremente. Fernando Marín es el inventor de Milito como presidente". Evidentemente la grieta se instaló definitivamente en el fútbol: las sociedades civiles sin fines de lucro frente a los clubes que desean el aporte privado de capitales y los dirigentes versus los ex jugadores que deciden desembarcar en la política de las instituciones donde son ídolos.