La alerta es máxima en Brasil ante el riesgo de posibles atentados en el primer aniversario del ataque terrorista de Hamás contra Israel, el 7 de octubre, en el que murieron más de 1.100 personas y 250 fueron secuestradas.
Para complicar esta fecha simbólica está la actual escalada en Medio Oriente que también está teniendo repercusiones en América Latina, una mezcla que podría convertirse en una amenaza terrorista especialmente para las comunidades judías de la región.
En Brasil, donde Hezbollah está presente desde hace años y donde financia sus operaciones a través de tráficos ilícitos como la droga, el asesinato del líder del grupo terrorista, Hassan Nasrallah, ha tenido un impacto significativo.
Varios centros culturales islámicos del país han conmemorado su “martirio” y han distribuido una biografía sobre él “para combatir la desinformación, la intolerancia y el odio”, según se afirma en las redes sociales de varios de estos centros.
Además, la embajada iraní en Brasilia organizó hoy una ceremonia en memoria del líder terrorista. “La Embajada de la República Islámica de Irán en Brasil expresa sus condolencias por la muerte de Sayyid Hassan Nasrallah, secretario general de Hezbollah en Líbano y gran comandante en la defensa del pueblo oprimido de Palestina y de todos los amantes de la libertad y la justicia en el mundo”, reza la invitación.
Numerosas publicaciones de miembros de las comunidades libanesa y palestina en las redes sociales elogian la “resistencia” de Hezbollah en comparación con la de la causa palestina.
En el canal de televisión iraní en español, Hispan TV, en una larga entrevista sobre la muerte de Nasrallah, Mahmud Aid declaró que “la lucha continúa en todos los aspectos y en todos los lugares”.