Una reseña de un cliente español que llegó ebrio a un bar antes de la apertura se volvió viral en las redes sociales. El singular testimonio, digno de un monólogo divertido, relata cómo el hombre fue recibido por un empleado que le dio de desayunar a pesar de su estado.
“Llegué borracho 40 minutos antes de que abriera porque estaba helando, y el chico que había dentro me dejó pasar y me dio de desayunar”, comenzó el elogiado el relato que puntúa al local con la máxima calificación: 5 estrellas.
La puntuación del bar no sólo es merecida porque lo dejaron ingresar en ese estado de ebriedad, sino también porque ni siquiera estaba abierto el lugar. Sin embargo, el mozo notó que era mejor dejarlo pasar a que se quede afuera.
El inesperado comensal confesó que, en un inicio, la comida le supo a “gloria” pese a no distinguir qué estaba ingiriendo. Tiempo después, volvió a repetir el desayuno con igual deleite. “Madre mía, todo buenísimo”, celebró en su reseña.
“Al principio la comida me sabía a gloria aunque no sabía ni que estaba comiendo, me quedé dos horas más y volví a desayunar y madre mía, todo buenísimo”, escribió el hombre.
La popular cuenta de X (antes Twitter) @SoyCamarero compartió la insólita anécdota con el título: “El camarero salvador”, lo que desató una oleada de reacciones divertidas.
Mientras algunos usuarios la compararon con situaciones similares, otros bromearon sobre la veracidad de los hechos. Hasta hubo quienes elogiaron al camarero.
“Había/hay en Granada un lugar donde volviendo de fiesta podías tomarte un trozo de pizza o un kebab, que entraba como gloria bendita. Y que mientras esperabas lo que habías pedido te daban un vasito de caldo caliente como cortesía”, escribió una de las cuentas recordando cuando vivía noches similares.
Otro usuario comentó que también pasó por situaciones de ese estilo y añoró lo vivido: “Ah, los desayunos post farra. Qué recuerdos de tomar fuerzas antes de dormir 10 horas”.
Otros al bromear, escribieron: “He vivido eso pero sin estar borracho” y “A mí el ‘‘Al principio la comida me sabía a gloria’ me ha dejado con la duda de a qué sabía luego”.
Otro usuario decidió destacar el gran gesto que tuvo el camarero: “El valor humano del empleado, eso que hace en muchas ocasiones mucho más que todo el marketing del mundo pero pocas veces se valora por parte de la empresa”.