Khadim Bamba Leye es un senegalés que vive en Argentina hace más de una década. Pasó por España, Ecuador, Brasil, y se instaló como mantero en la ciudad de La Plata. Con mucho esfuerzo y recorrido, cumplió su sueño de subirse al ring y ahora es luchador profesional.
“Me acuerdo que veía a mi madre levantarse temprano todos los días, luchando para traerme un plato de comida”, contó Khadim a LAPLATA1.com sobre su infancia en Dakar. “Tuve que dejar la escuela para buscar la forma de crecer económicamente y ayudarlos a ellos”, agregó.
En 2013, con apenas 23 años, llegó a la Argentina. Lo recibió un amigo de su papá, que le compró mercadería. “Empecé como cualquier senegalés que viene al país: salí a vender a la calle, tratando de ganarme la vida”.
Aquel momento fue difícil para Khadim: sufría innumerables desalojos, no tenía un buen pasar económico y aún había un sueño pendiente. “En la calle te encontrás de todo, pero tratás de ignorarlo y seguir tu meta, sabiendo que viniste acá para cumplir tus sueños”, dijo.
En ese contexto, cambió el sentido del viento y todo lo acercó más a ese objetivo. Empezó a trabajar en la construcción y pudo comenzar a entrenar. Lo hizo en el gimnasio Zeki, de 147 entre 31 y 32, donde ahora todos lo conocen.
“Practicaba lucha en mi país porque mi papá fue profesor de Karate. Seguí los pasos de mi viejo y ahora hago MMA. Gracias a Dios soy un peleador profesional, que es algo que me gusta y disfruto mucho, en lo que me pongo mucha disciplina”, contó. Cabe destacar que sus múltiples peleas incluso fueron transmitidas por el Circuito Argentino de MMA y por Invictus Deluxe, dos espacios en donde el africano supo lucirse.
Khadim se acaba de recuperar de una fuerte lesión que lo dejó afuera del ring por lo menos ocho meses. Mientras tanto, entrena con todo su equipo en Brasil. “Le estoy metiendo a fondo”, dijo.
El senegalés compite por el peso ligero y acumula dos títulos. Mientras tanto, va en búsqueda de nuevos rivales y más objetivos por cumplir.