En el popular grupo de Facebook “Cosas del Roca” se armó un interesante debate sobre los pasajeros que saltan el molinete y no pagan el boleto.
Se trata de una situación que incluso se agudiza en las estaciones intermedias donde el control es prácticamente nulo.
En el grupo de Facebook retrataron esta situación con una mítica escena de la película Nueve Reinas, donde el personaje de Ricardo Darín realiza un “truco” para llevarse el diario sin pagar.
“¿Tan rata sos?”, lo cruza Juan, el personaje de Gastón Pauls. Y “Marcos” retruca: “Claro que puedo comprarlo, boludo, pero también puedo no comprarlo. Como harían todos, si pudieran”.
“Hay gente que no puede pagar y hay gente que puede y se aprovecha. Eso está en la conciencia de cada uno”, “Con la excusa que el que no roba es un gil, nos llenamos de corruptos”, fueron los primeros comentarios de los usuarios.
“Lo más gracioso es que el que no paga es el que más se queja. El que no paga no es siempre el que no puede, si no el que no quiere. Cuando saltan el molinete se creen muy guapos como que hacen algo de gran valor y no siendo eso suficiente se la agarran con cualquiera que los mire y los insultan”, aportó otra persona.
“Esos mismos colados que ‘no pueden pagar el pasaje’ viajan consumiendo latas de cervezas, porros, puchos y otras cositas que valen mucho más que varios pasajes. Si no quieren pagar al menos no se quejen porque con buen o mal servicio al tren lo usamos igual y si no lo tuviésemos nos cambiaría un montón la vida”, reflexionaron luego.
También hubo lugar para una vieja concepción que evidentemente se mantiene: “En la (vieja e inolvidable) era del querido boleto existía una premisa, bastante generalizada, con este tema. Y era una creencia que solíamos tener de que si el control no estaba en la estación, no había que pagar boleto. O que si sacabas boleto pero no te lo marcaban durante el viaje, lo habías sacado ‘inútilmente’. Era la idea de que al pasaje se lo pagaba sólo porque alguien (o algo, como el molinete de hoy) lo controlaba. Después de mucho tiempo, ya de grande, entendí que al boleto se lo paga no por eso sino por el servicio que estás utilizando”.
Finalmente, otra usuaria se justificó: “En otros momentos lo pagué con gusto. Hoy si pudiera saltar el molinete lo haría. Cuestión de contextos”.
