Las ventas en supermercados continúan en baja y algunas cadenas advierten hasta una caída del 20% en los volúmenes vendidos respecto del mismo mes del año pasado.
En este contexto, crecen las promociones propias o en acuerdo con bancos o billeteras digitales, y también la tendencia de consumo de “marcas propias” por sobre las líderes.
El rigor, los datos de la consultora Scentia del primer semestre muestran una contracción de las ventas del 8,5% acumulado, pero el número de junio alcanzó al 12,5% de caída, con un peor desempeño para los locales más chicos.
Sin embargo, algunos rubros que se ofrecen en las góndolas mostraron una leve recuperación respecto de junio. Una manera de promover las ventas fue la ampliación de la canasta de productos con “marca propia”.
Se trata de productos que se venden entre 20% y 30% más baratos y, en general, producidos por las mismas fábricas que elaboran productos de marcas líderes.
En el último año, el avance de esos productos en la preferencia de la gente fue notable: la participación de las “marcas propias” en las ventas totales creció 23%. En 2023 significaban el 12,4% de las ventas de los súper; y ahora ya llegaron al 15,3% del total.
El fenómeno de las “marcas propias” llegó incluso a los mayoristas: se expandieron 32% en el último año en ese canal, aunque tienen un menor peso que en las cadenas minoristas. Llegan al 8,1% del total.
Cabe señalar que la Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (Cadam) le pidió al Gobierno que vuelque dinero a la calle para incentivar el consumo y una línea de crédito especial para financiar a almacenes y comercios de barrio.
“Se nota menos efectivo en la calle, los comerciantes recorren mayoristas y piden o concretan la compra al que les da mayor crédito”, aseguran desde la Cámara Argentina de Distribuidores y Autoservicios Mayoristas (CADAM), que le insistió al secretario pyme de la nación, Marcos Ayerra, la necesidad de implementar un programa de “Cuota Mayorista”, para financiar a los almacenes y comercios de cercanía.