Un trabajador portuario de Caleta Olivia, en la provincia de Santa Cruz, murió en la madrugada de ayer por las graves heridas sufridas luego de que se le cayera encima una tapa de bodega de 500 kilos mientras realizaba sus labores en un barco pesquero de la empresa Vepez S.A. amarrado en el puerto Caleta Paula.
La víctima, identificada como Diógenes Gutiérrez, de 60 años, se accidentó el jueves por la noche, pasadas las 23 horas, y pasó casi una semana en la terapia intensiva del Hospital Zonal de Caleta Olivia con fractura de cráneo y lesiones en la columna vertebral de las que no se pudo recuperar.
Al momento de la reconstrucción del accidente, compañeros del trabajador fallecido, coincidieron con lo publicado por la Asociación Gremial Marítimos Unidos (AGOMU) en donde expresaron que “el cabo que sostenía la tapa de la bodega de la proa se desprendió, cayendo al vacío, causando un incidente de extrema gravedad por alcanzar a un operario de la descarga”.
Los familiares del estibador pidieron investigar el hecho, reclaman justicia y, además, sostuvieron que Gutiérrez no tenía seguro por la tarea que realizaba. Por ende, anunciaron a medios locales que judicializarán el caso. Mario y Dalma, hijos de la víctima, brindaron más detalles al medio local Canal 2, en donde explicaron que “se rompió un cabo de la tapa del barco, justo cuando él estaba ahí para tapar el barco y ésta se desplomó encima suyo, aplastándolo”.
Según la mujer, la familia fue informada el lunes sobre el estado irreversible de su padre, quien presentaba muerte cerebral.
Gutiérrez, según declaraciones de su hijo a Canal 2, reveló que su padre tuvo un corte muy profundo abajo de la boca y también en la columna. “Le agarraron tres paros cardíacos y estuvieron 25 minutos reviviéndolo. Gracias a Dios volvió, porque él es fuerte”, señaló cuando aún había esperanzas de vida.
El drama vivido por la familia Gutiérrez destapó también un viejo reclamo de seguridad laboral en el puerto de Caleta Olivia. Según Dalma, “no tenemos seguro, ni ambulancias” y aseguró que los trabajadores portuarios son tratados “sólo como un número para las empresas”.