Para bien o para mal, con buenos resultados o con rotundos fracasos, los consejos nunca faltan y se los puede encontrar en ámbitos lejanos y olvidados de la vida. Al final, siempre está en uno la "última palabra".
Tal es el caso de este hombre, que vivió una cadena de hechos que nada tenían que ver uno con el otro solo para recordar un suceso particular que guardó durante años entre sus anécdotas: el tremendo consejo que le dio un inspector de micro platense con el whisky.
¿Por qué hechos que no tenían nada que ver uno con el otro? Todo empezó en un rincón lejano de Facebook y terminó en el recuerdo de la juventud de un hombre, que por ese entonces se abría paso por el mundo urbano de La Plata y se encontraba con toda clase de cosas.
Pero más cerca en el tiempo, existe una página de esa red social que publicó una foto de cuatro choferes mientras posaban delante de una vieja unidad. La decena de usuarios que se asomó a contemplar la imagen aseguró que se trataba de la terminal de micros del 506.
Lo cierto es que muchos no dudaron en señalar a Raúl Ibarra, un chofer de la vieja guardia muy querido por los vecinos de la ciudad de La Plata que se subían seguros a esa unidad. Otros lo señalan también como un inspector, así que podría haber sido las dos cosas.
Sin embargo, el único reconocible por nombre y apellido en la foto no solo dejó esa pose con los jeans icónicos de la época y la camisa bien blanca, en contraste con la corbata oscura. También dejó una anécdota imborrable para quien la pudo escuchar.
Es que Luis Alberto Rodríguez se encontró con el inspector que, ya hace muchos años y en su juventud, le dio un tremendo consejo: "Me dijo un día 'hay que tomar whisky para quemar grasas'".
Pese a la particular recomendación, cuestionable para muchos, lo cierto es que el momento permaneció imborrable para el hombre.
