Muy lejos de la decisión de Mauricio Macri y Alfonso Prat Gay de levantar el cepo desde el día 1, Luis Caputo parece no tener apuros.
No es una postura sencilla: el núcleo duro libertario tiene cada vez menos paciencia con algunas continuidades. La de los controles cambiarios es una de ellas. La no baja de impuestos es otro motivo que despierta nerviosismo en las filas cercanas al gobierno. Ni hablar de aquellos que soñaban con una dolarización.
Por lo pronto, Caputo entona al ritmo de Luis Fonsi: “Despacito”. Para algunas decisiones hubo motosierra, pero para levantar el cepo hay una inspección quirúrgica. Dentro del mundo económico y financiero hay posturas extremas: están quienes creen que el cepo será muy difícil de levantar y quiénes creen que su eliminación es la única llave para el crecimiento.
El Ministro fue extremadamente cuidadoso en la conferencia del último viernes. ¿Qué tendría que ocurrir para que se levante el cepo? En principio, tres elementos. Engrosar las reservas del Banco Central. En otras palabras: que haya más dólares. El invierno presenta desafíos en ese punto. Crecen las importaciones de energía por las bajas temperaturas y será muy difícil acumular hasta octubre.
El segundo punto está vinculado al “orden macroeconómico”. Con superávit fiscal y comercial, Caputo cree que será más difícil correr contra el peso.
Ligado al punto anterior, el tercer requisito sería la reducción de la emisión monetaria. Actualmente, esa emisión ya no se da por la asistencia al Gobierno, sino por los pasivos remunerados del Banco Central. Esa deuda con los bancos será derivada ahora al Ministerio de Economía. La idea es limpiar el balance de la entidad comandada por Santiago Bausili. Creen que eso robustecerá la posición del Banco Central cuando se levante el cepo.
La pregunta del millón: el día que se levante el cepo, ¿habrá un salto abrupto del valor del dólar? En diciembre del 2015 saltó un 40%. Caputo ya metió una devaluación fuerte hace seis meses, pero se fue “licuando” por la inflación. Si uno revisa el tipo de cambio real histórico de Argentina, el valor actual de 950 pesos parece bastante bajo.
Evidentemente, Caputo confía en que no haya demasiados pesos en la calle para pegarse al dólar. Por el momento, el camino marcha muy despacito.