Federico Sturzenegger llega al gobierno envuelto en elogios por parte de Javier Milei. El Presidente lo admira. Cree que es uno de los mejores economistas del mundo. Lo apoyó fuertemente en el 2016 y 2017 cuando era el titular del Banco Central.
El economista platense estará en su salsa. Su ministerio será el encargado de avanzar en la desregulación y liberalización de la economía, un camino iniciado por el DNU y la Ley Bases pero que se profundizará con múltiples reformas que todavía no se conocen en detalle.
Es interesante hacer un pequeño viaje en el tiempo. En diciembre del 2022, Sturzenegger compartió un ciclo de entrevistas con Sebastián Galiani, ex número de Nicolás Dujovne. Era un Sturzenegger que ponía el foco en la "Argentina corporativa", donde predominan los grupos de interés.
Según su visión, a fines de los 60 se consolidó esa Argentina. Gobierno de Juan Carlos Onganía. Ahí se jodió el país. "Aunque Argentina parezca un país volátil, su estructura de poder es muy estable", decía. Y recordaba que los rostros de los sindicalistas y empresarios se repiten desde hace 30 años.
En ese momento, tenía una visión tremendamente negativa. Veía muy lejana la posibilidad de desarticular los "privilegios", "kioscos" o "lobbys" de esa Argentina corporativa. Todavía no estaba de moda la palabra "casta". Sturzenegger hablaba de "elites". Tampoco Javier Milei aparecía en el radar como una opción competitiva en ese tiempo.
"Esos grupos de interés tienen recursos y capacidad de influencia en el discurso. Va a ser muy difícil convencer. Básicamente vas a tener a todos los medios en contra", razonaba. Y trazaba una hipótesis aún más audaz: "Cuando a la economía le va bien, los grupos de interés tienen mas recursos, entonces es mas difícil hacer las reformas".
Traducido: Sturzenegger creía que la crisis económica era un mejor entorno para hacer las reformas. Hablaba de hacer las reformas de forma "contundente" y "sorpresiva" como única chance de que tengan éxito. Sin saberlo, un visionario de lo que pasaría en el 2024.
Otra perlita: ponía como ejemplo de la Argentina corporativa al régimen de ensamblaje en Tierra del Fuego. Claramente Sturzenegger cree que eso debe desarmarse. El gobierno le esquiva al tema y eso preocupa a sus propios votantes. Hasta la Coalición Cívica pide eliminar ese sistema con la idea de que reducir los precios de los aparatos electrónicos. ¿Sturzenegger se hará también el distraído?
Por lo pronto, apenas 16 meses después de ese profundo pesimismo, Sturzenegger tendrá el timón de la desregulación y una mochila no muy liviana: ser el responsable de la reactivación económica luego de un primer semestre muy recesivo.