Es un desafío de La Plata pero en general de todos los municipios de la Provincia de Buenos Aires: cómo ganar dosis de autonomía fiscal para depender menos de la coyuntura nacional y provincial.
El equipo económico de Julio Alak viene destacando el desafío de que crezca la recaudación vía Tasa SUM (Servicios Urbanos Municipales) y la TISH (Tasa de por Inspección de Seguridad e Higiene), los dos pilares genuinos del municipio. La recaudación de ambos tributos ha quedado muy por debajo de la inflación en los últimos años.
En una ponencia reciente en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de La Plata sobre cuestiones tributarias municipales, Alak habló de la importancia de la creatividad de los intendentes para para profundizar la cobrabilidad.
Concretamente habló de la eficacia de la “sanción moral” y puso dos ejemplos de lo que hizo en sus primeras gestiones en La Plata. El primer recuerdo estaba vinculado a la implementación de la boleta roja para los vecinos que no pagaban.
“Me acuerdo que imprimíamos una boleta celeste para los que pagaban y una boleta roja para los que no pagaban. Cuando iban al banco a pagar, las personas llevaban la boleta roja escondida. La sanción moral también juega”, rememoró Alak. Fue una idea que instrumentó junto a Jorge Remes Lenicov, por entonces Ministro de Economía de la Provincia de Buenos Aires, quien también formó parte de la actividad en la Facultad de Económicas y asentía con una sonrisa.
La otra “sanción moral” que recordó con buenos ojos Alak fue la publicación obligatoria de los 100 mayores deudores de la TISH. “Yo lo hice auto-obligado por una decisión del Concejo Deliberante”, dijo Alak, y recordó que en aquel momento muchos empresarios amigos lo llamaban para quejarse de esa “lista negra deudora”.
Sobre la judicialización de las deudas en concepto de TISH, el Intendente de La Plata se mostró infranqueable: “Las sanciones judiciales son obligatorias. Se pueden hacer consideraciones en el caso de los vecinos, pero a nivel de empresas se debe hacer cumplir por su mayor capacidad contributiva y porque además implicaría una discrecionalidad si algunas no pagan”.
Otra perlita en la presentación: Julio Alak recordó como un hecho muy positivo cuando La Plata logró la Tasa de Capitalidad, que es un tributo fijado por la Municipalidad de La Plata al gobierno bonaerense como contraprestación de los servicios que se brindan por el funcionamiento de la Capital de la provincia en el ámbito físico de la ciudad.
“La Provincia se negaba a pagar el sistema de recolección de residuos y la iluminación en los hospitales, en las dependencias públicas o en las cárceles. Y se estableció una tasa porque sino era un subsidio del vecino al estado provincial”, señaló Alak sobre un tema que todavía genera tensiones por las deudas acumuladas desde la gestión de María Eugenia Vidal.
En el 2021, Carlos Bianco había brindado una mirada diferente en diálogo con LAPLATA1.com: “Se dice que como el Gobierno se instala en La Plata, tiene que pagar por usar la ciudad. Yo digo que es al revés: la ciudad de La Plata, en gran parte, vive económicamente del establecimiento provincial. Muchos de los funcionarios provinciales viven acá, gastan su dinero en los comercios de acá, se utiliza toda la infraestructura que se ha levantado en La Plata. Gran parte de esa masa salarial queda en La Plata”.
