En el Senado Bonaerense se presentó un proyecto para profundizar la concientización sobre el riesgo de conducir tras haber consumido alcohol.
“La presente Ley tiene por objeto implementar una estrategia de abordaje para la concientización y prevención sobre los riesgos del consumo de alcohol al conducir en al ámbito de la provincia de Buenos Aires”, reza el texto que ya ingresó formalmente a la Legislatura Bonaerense por iniciativa de Ariel Bordaisco.
“El propietario, gerente, encargado, organizador o responsable de cualquier local, comercio o establecimiento, y quienes se dediquen a la distribución o suministro de las bebidas alcohólicas, ya sea a título personal, o como encargados responsables, propietarios o autoridades de empresas distribuidoras de las mismas, tendrán la obligación de exhibir un cartel con la siguiente leyenda: ‘Si consumes alcohol, no manejes’”, se señala.
Por su parte, la Autoridad de Aplicación de la presente Ley tendrá los siguientes objetivos:
a) Las acciones de planificación, coordinación, ejecución y evaluación de la campaña establecida en la presente ley;
b) El diseño y difusión de contenidos;
c) La cooperación con otras instituciones pertinentes, públicas y privadas, convocadas para participar de la campaña.
En los fundamentos, se menciona: “El consumo de bebidas alcohólicas se encuentra extendido en la mayoría de los países del mundo siendo un hábito cultural incorporado a distintos procesos de socialización. Estimaciones recientes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) calculan que, en el mundo, alrededor de 2.300 millones de personas son consumidores actuales de alcohol. No obstante, el alcohol es una droga que puede causar en sus consumidores efectos peligrosos para la salud, como la intoxicación y la dependencia, especialmente cuando su ingesta excesiva se prolonga en el tiempo o sucede en episodios de corto lapso”.
Por otro lado, “se estima que, en el mundo, 1 millón de muertes por traumatismos fueron atribuibles al alcohol, de las cuales alrededor de 370.000 corresponden a traumatismos causados por el tránsito y 187.000 se produjeron en personas distintas de los conductores”.
“Producto de décadas de investigación, en la actualidad es extensa la evidencia empírica que demuestra que los conductores alcoholizados, aún en pequeñas cantidades, corren un riesgo considerablemente mayor de ocasionar un siniestro en la vía pública en comparación con los que no han ingerido bebidas alcohólicas”, completa el texto original.
