En las últimas horas, una platense se hizo viral al compartir una extraña pero divertida anécdota cuando se encontraba en la plaza de 1 y 38 junto a una amiga. Allí, las dos jóvenes se estaban tirando las cartas y la noche se vio interrumpida por la llegada de dos individuos curiosos.
Lo que inicialmente parecía un encuentro con algo de temor para las chicas, tomó un giro inesperado lleno de sorpresas y conexiones inusuales.
“Hace un rato estamos sentadas en una plaza tirándonos las cartas con una amiga y dos turrakos se acercaron y nos preguntaron a q estábamos jugando y les expliqué y uno me dice uuu t puedo hacer una pregunta y yo pensé kjj listo somos pollo”, explicó la usuaria.
Los chicos se acercaron con curiosidad al observar las cartas. Uno de los jóvenes sorprendió a las chicas al expresar un genuino interés en su actividad.
A él, en las cartas, le salió que la ex lo extrañaba, a lo que exclamó un divertido “oooaaa”, y comenzó a cantar el reconocido tema “me lo dijo una gitana”.
hace un rato estamos sentadas en una plaza tirándonos las cartas con una amiga y dos turrakos se acercaron y nos preguntaron a q estábamos jugando y les expliqué y uno me dice uuu t puedo hacer una pregunta y yo pensé kjj listo somos pollo y de la manera más pelotuda posible pero
— lena (@alfajordpuchos) December 3, 2023
La sorpresa no terminó ahí, ya que el otro joven preguntó si podía comunicarse con su madre fallecida, llevando la conversación a terrenos más esotéricos. A pesar de la extrañeza inicial, la charla se tornó profunda y significativa.
“Él estaba genuinamente interesado cuestion me pregunto por la ex y salió q la mina lo extrañaba y me dijo oaaa y empezo a cantar re emocionado me lo dijo una gitana y dsp el otro me pregunto si podía hablar con su mamá muerta y yo tipo yy no y empezamos a conversar Y FUE UNA CHARLA RE PROFUNDA ?? que se corto de la nd pq se largo a llover”, puntualizó la joven.
La lluvia, como si quisiera sumarse a la singularidad del momento, comenzó a caer, interrumpiendo la charla pero agregando un toque más a la anécdota. Ante la sorpresa del clima, los cuatro compartieron una mirada cómplice y decidieron despedirse.
Curiosamente, al percatarse de que se dirigían hacia el mismo destino, optaron por caminar juntos durante algunas cuadras, compartiendo risas y reflexiones improvisadas bajo la lluvia. La anécdota, sin ningún tipo de dudas, dejará una huella en la vida de estas cuatro personas hasta, incluso, la podría haber cambiado.
La publicación rápidamente se llenó de likes y comentarios, algunos platenses mencionaron su nostalgia al recordar viejas épocas en las que se acercaban a pasar las noches en ese lugar.