El Ministro de Economía, Sergio Massa, emitió esta mañana un mensaje en relación a los combustibles.
La decisión se da en el mismo día en que se espera que se reúna con las principales compañías petroleras para discutir la política de precios que regirá a partir de noviembre en el segmento minorista, con la idea de que el incremento esté alineado con el esquema de Precios Justos.
“Resignamos recursos del Estado a los efectos de que la nafta no aumente más de lo debido”, dijo en relación a la postergación del cobro del impuesto a los combustibles, que es de carácter trimestral y que esta mañana se oficializó.
“Escuchamos pedidos de aumentos muy por encima de la realidad que un sector de los grandes ganadores de la economía necesitaba a los efectos de seguir invirtiendo”, afirmó en alusión a las firmas petroleras.
Así, recordó que dichas empresas fueron beneficiadas con un tipo de cambio diferencial para las exportaciones y descuentos impositivos para importaciones.
“Nosotros estamos felices de saber que hemos batido récord de producción, que hemos aumentado un 50% la inversión en Vaca Muerta y que es un sector importante para la competitividad económica, pero eso no puede pasar a costa del bolsillo de los argentinos”, agregó.
A través del decreto 567/2023, publicado este miércoles en el Boletín Oficial, el Ejecutivo estableció que la suba en los montos de las cargas fiscales que “resulten de las actualizaciones correspondientes al tercer y cuarto trimestres calendario del año 2021, al primer, segundo, tercer y cuarto trimestres calendario del año 2022 y al primer, segundo y tercer trimestres calendario del año 2023″ comenzarán a regir a partir del 1 de febrero de 2024. Esta medida alcanza a la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil.
En su considerando, el Gobierno alegó que esta decisión tiene como objetivo “asegurar una necesaria estabilización y una adecuada evolución de los precios”, ya que considera que, al tratarse de “impuestos al consumo, y dado que la demanda de los combustibles líquidos es altamente inelástica, las variaciones en los impuestos se trasladan en forma prácticamente directa a los precios finales de los combustibles”.