“Lo atamos con alambre” es una frase argentina que suele usarse de manera muy frecuente. Aplicada en un gran número de situaciones, esta frase describe nuestra tendencia a improvisar soluciones transitorias para los problemas. Básicamente es una manera de resolver.
Ese fue el caso del usuario "recorriendo.la.plata" quien compartió a través de su cuenta de Instagram un ingenioso método que tiene un local de La Plata, para atender a sus clientes:
Rápidamente la foto reunió miles de “likes” y tuvo cientos de comentarios al respecto: “El ingenio argento no tiene desperdicio”, “Esos pollos suenan re fuerte, mejor que el timbre original”, “Pasé el otro día, me encantó la idea”, “Somos únicos en el mundo, que creatividad”, “No dominamos el mundo porque no queremos”.
Incluso hay quienes brindaron mayores detalles del local: “Eso es en 76 y 15, es una forrajeria, hace 2 semanas pasé y me he reído tanto con eso, lo que menos pensé fue cruzarme con un pollo colgado y ese cartelito jajaja”.
El ”timbre pollo” causó sensación. Ante la falla del timbre original, fue reemplazado por uno manual y de más está decir, es mucho más divertido. Todo aquel que quiera ser atendido, deberá apretar el pollo y hacerlo cantar. Y no se trata solo de un juego o una broma, porque realmente funciona (aunque resulte un poco molesto).
“El ingenio argento no tiene desperdicio, nos superamos día a día” dijo una de las personas que comentó el posteo. Más allá de ser gracioso, es un método que resultó muy pero muy efectivo.
Los argentinos somos expertos en “atar todo con alambre”, una manera que nos describe a la perfección a la hora de improvisar frente a distintas situaciones de la vida. Cuando se trata de resolver problemas, el ingenio y la creatividad aparecen.