Boca consiguió la clasificación a las semifinales de la Copa Argentina, y por tanto, en esa instancia se cruzará en el camino del "Pincha", que previamente ya había superado a Huracán. El elenco de Eduardo Domínguez, entonces, sabe que enfrente tendrá nada menos que al finalista de la Copa Libertadores, y según indica el calendario, se enfrentarían después de esa esperada definición en Río de Janeiro, que tendrá lugar el 4 de noviembre. Y resulta imposible hablar del "Xeneize" y del "León" sin recaer en la figura del capitán azul y oro, quien ya empezó a palpitar lo que será un mano a mano con su primer amor futbolístico.
Marcos Rojo no se olvidó de sus orígenes y ya comenzó a vivir el duelo con el "Pincha", la institución que lo formó en inferiores y en donde llegó a Primera, logrando una destacada carrera que lo llevó a ser campeón, a pisar el fútbol europeo y posteriormente vestir la camiseta de la Selección Argentina. Sin embargo, es sabido que actualmente la relación del zurdo con Estudiantes no es la mejor, desde aquella frustrada experiencia del segundo ciclo en plena pandemia y luego de su polémico desembarco en Boca. Para colmo, en su momento, el defensor no se quedó callado y a la hora de elegir entre uno y otro, no tuvo dudas: se declaró hincha fanático del club de la Ribera.
Incluso su familia también se metió en la disputa, con duras declaraciones hacia Juan Sebastián Verón. Por todo ello, entonces, no será un partido más para Rojo, y así lo entendió con las declaraciones que realizó tras el triunfo ante Talleres. "Sí, ahora toca Estudiantes. Voy a ver qué me dicen mis amigos. Va a estar como loca la banda de La Plata", soltó entre risas, en diálogo con la transmisión oficial del partido, haciendo frente a la pregunta que se imponía. El marcador central, además, se mostró "muy contento con el pase a las semis" y se refirió al fenómeno de "Chiquito" Romero en los penales: "Los rivales están intimidados por la presión que mete y tratan de ajustarla al máximo".
