Un repartidor vivió un terrible episodio cuando llevaba un pedido a 43 entre 146 y 147.
El problema surgió cuando el cliente abrió el envío y no encontró lo que había solicitado: “Preservativos ultrafinos”.
Aparentemente el envío portaba preservativos pero de otro tipo. Tras una discusión, cuando el delivery se estaba retirando, le pegó un grito y lo hizo frenar. El joven dio la vuelta y escuchó su reclamo: “Hasta que no arreglemos esto, vos no te vas de acá”, le habría dicho.
El repartidor le explicó que él no era el encargado de preparar la mercadería. Solo la lleva a destino. Pero no hubo caso.
Pero el sujeto fue más lejos. En un determinado momento sintió un dolor muy intenso en la mano izquierda y se dio cuenta que tenía el dedo medio todo doblado. Le hizo una toma y se lo fracturó.
Así, debió ir al hospital San Martín, donde se lo entablillaron. Ahora por dos semanas deberá tenerlo inmovilizado y no podrá trabajar.