El pasado domingo se registró un ataque contra el partido religioso conservador Jamiat Ulema-e-Islam (JUI-F) en Pakistán, un aliado clave de la coalición gubernamental.
Fue durante una reunión de ese partido, celebrado en el noroeste del país. El grupo yihadista Estado Islámico (EI) reivindicó el ataque.
"El número de muertos ahora subió a 54", dijo Shaukat Abbas, un alto funcionario del departamento antiterrorista, y agregó que 23 víctimas eran menores de 18 años, informó la agencia de noticias AFP.
El grupo yihadista EI reivindicó el ataque e informó en un comunicado emitido por Amaq, el órgano de difusión del grupo, que un combatiente detonó un chaleco explosivo en medio de la multitud.
Zapatos ensangrentados yacían aún en el suelo, así como pernos de acero y otros elementos del chaleco que llevaba el autor del atentado. Aún se podían ver trozos de cuerpos a 30 metros del lugar donde el hombre detonó el artefacto, indicaron en Telam.
Miles de personas asistieron este lunes a los primeros funerales. El atentado se produjo unas semanas antes de la disolución de la Asamblea Nacional del país, en vistas a las elecciones previstas para octubre o noviembre.
