Rocío es de La Plata y tuvo que reinventarse para poder ayudar a su pareja y al mismo tiempo seguir estudiando con una pequeña hija.
“Soy mamá y también estudio. Empecé esto para poder trabajar de manera independiente”, comenta a LAPLATA1.com.
Se la pasa haciendo empanadas y hamburguesas. Tiene cancha. Pero también afloraron algunos miedos e inseguridades a la hora de encarar el proyecto.
“Nos abocamos al rubro de la cocina porque yo ya tuve un trabajo previo en pandemia y adquirí experiencia. Este proyecto es familiar: somos mi marido, que reparte, y mi hermana que me ayuda en la cocina”, señala.
“Al principio costó porque todo es inversión y sacrificio. La idea era ayudar a mi marido ya que a veces no alcanza por la situación económica del país y así nos fuimos reinventando”, agrega Rocío.
Fue clave el 2021. Allí trabajó en un local donde hacía empanadas fritas. Retuvo ese conocimiento y hoy lo pone en práctica.
“Son muchos los miedos porque invertís lo poquito que tenés y no sabés cómo va a salir. Algo lindo fue darme cuenta la cantidad de personas que empezaron a pedir. Yo no me lo esperaba, no me tenía fe”, cierra esta joven que ya cursa el segundo año en la carrera de Técnica Cardiológica.