Un joven de 24 años, Gastón Claudio Chávez, llevaba tres días muerto en su casa, mientras su familia rezaba para que reviva.
Según indicó la Policía, fue un tío del joven, quien denunció la desaparición de Chávez a las autoridades después de no tener noticias del durante varios días. Además, el denunciante relató que cuando fue a la casa familiar, no lo dejaron entrar y actuaron “de manera sospechosa”.
Los agentes se trasladaron hasta la casa donde el joven vivía con su madre, su hermana, su hija menor de edad y la pareja de la madre. Solicitaron el ingreso para verificar el estado de Chávez. Sin embargo, la madre y la hermana impidieron el ingreso y respondían con continuas expresiones “religiosas”.
Ante la situación, el fiscal de turno dispuso una consigna policial en el lugar. Sin embargo, alrededor de las 3:30 de la madrugada se hicieron presentes familiares y allegados de Gastón, quienes rompieron la puerta principal e ingresaron a la casa.
Fue entonces cuando, en un dormitorio ubicado en el fondo de la vivienda, sobre una cama, se encontraba un cuerpo en avanzado estado de descomposición.
El fiscal ordenó la intervención de médico forense y Perito Judicial. También intervino la UPI para el resguardo de la menor en tanto que el padrastro, la madre y la hermana del joven fueron conducidos a la Comisaría local.
A las 5:40 llegó el móvil tanatológico de la División Bomberos de Charata. Según los forenses, el joven había fallecido al menos tres días antes por “muerte natural”.
“Estas personas vivieron con el cuerpo de su familiar más de tres días con un olor nauseabundo en el domicilio, pero ellos decían que estaban orando para que resucite y se recomponga su estado de salud, pero por lo visto la situación era drástica”, expresó Daniel Parra, Jefe de la Comisaría de Las Breñas, al sitio Movilero.
Y agregó: “Los familiares tenían una actitud desaprensiva, no eran coherentes en sus expresiones, tenían muchas expresiones religiosas. Al consultarle sobre la persona que se buscaba, interponían a Dios en sus expresiones.
“Es una situación religiosa llevada al extremo, ellos hablaban del pastor de una iglesia Evangélica de esta localidad. Es la primera vez que toca vivir una experiencia como esta”, señaló.
El fiscal finalmente dispuso la entrega del cuerpo a sus familiares a fines póstumos, sin adoptarse ninguna medida judicial.