Noelia es de La Plata, bióloga y desde algún tiempo giró hacia otro “universo”: el de las terapias alternativas.
Algunos creen ver en este giro una contradicción por su condición de bióloga, pero ella explica que son aspectos que se complementan.
En diálogo con LAPLATA1.com, Noelia cuenta que llegó a las terapias alternativas por una situación personal que no podía resolver bajos los métodos “tradicionales” de la psicología y el psicoanálisis.
“Es mucho más simple de lo que parece. Cuando uno trabaja en cosas personales, toma herramientas convencionales y observás que pasa mucho tiempo y no podés resolverlo, te abrís a otras experiencias. Allí fue que empecé a probar otras técnicas y terapias”, recuerda.
Y agrega: “Veía que tenía resultados en mí y los empecé a aprender. Me formé en memoria celular e hipnosis clínica, entre otras cosas”.
Ahora Noelia brinda talleres. Comparte con el resto lo que aprendió. Uno de estos cursos se llama “Cerrando Ciclos”. “Es una forma de evitar que nuestra energía se pierda en asuntos o personas que ya no nos aportan. Es una forma de actualizarnos y de desprendernos de lo viejo para que pueda entrar lo nuevo. En este taller repasaremos el año para tomar consciencia de dónde hemos puesto nuestra energía y poder decidir con que cosas queremos quedarnos y que soltar”, explica.
Hacen Yoga y caminata consiente, autorreflexión guiada y rituales de liberación y siembra de las semillas y propósitos para el 2022.
“Todo lo que uno hace tiene basamento científico, y ahí se relaciona con la biología. Hace mucho tiempo que se investiga desde la Biología y Neurociencia todos los impactos beneficiosos, por ejemplo, de la meditación. Como ayuda a bajar las vibraciones cerebrales y ahí empieza a desaparecer el pensamiento repetitivo y nos ayuda a estar en paz”, señala.
Entre sus colegas científicos, desde ya, este otro “universo” parece bastante distante. “Como cultura occidental nos falta mucho”, dice Noelia, y llama a valorizar la cultura oriental.
“Se sabe que la respiración hace más positiva a la mente y la libera de la ansiedad. Es un punto estratégico para un montón de síntomas que puede tener una persona. Y eso genera una repercusión a nivel biológico. Cambian las endorfinas y las hormonas”, apunta.
Noelia trabaja actualmente en el Conicet de personal de apoyo y está realizando un máster en neurociencia: ensayos preclínicos con ratas en el área de la memoria.
“Hay bastantes científicos que están apegados a lo más ortodoxo y no están abiertos a las nuevas técnicas. Pero cuando uno tiene esa apertura y estás estancando con terapias tradicionales, ahí aparece el pedido de ayuda a otras cosas”, completa.