Esta semana se dio a conocer un informe del Ministerio de Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual, en el que se reveló que La Plata es la ciudad de la Provincia que más llamadas a la línea 144 recibió.
La Secretaría de Asistencia a la Víctima y Políticas de Género de la Municipalidad se ve acéfala desde que Carolina Píparo abandonó el cargo. Aunque -según se escucha en los pasillos 12, entre 51 y 53- sería Ileana Cid quien tome el puesto vacante, resulta preocupante que un área tan sensible haya quedado presa de las especulaciones políticas durante tanto tiempo.
Existe una lectura de que los resultados de este informe no sean consecuencia directa de una gran cantidad de casos de violencia de género, sino de que una ciudad tan politizada tiene más acceso a esta información. Sin embargo, no hay mejor decisión para trabajar que tomar el peor escenario como real.
La gestión de la Municipalidad en temas de géneros dejó mucho que desear, algo que no tiene que ver necesariamente con un desempeño particular, sino con la decisión política de un proyecto (o de la carencia de él). El presupuesto de la Secretaría ha sido escueto desde su creación, llegando a cubrir solamente los sueldos, lo que genera un punto de partida negativo para gestionar: en 2022 habrá alrededor de un 52% de incremento en sus partidas, lo que significa una suba por encima de la inflación, pero todavía una pérdida contra el 60% de aumento en la recaudación que espera el Municipio.
Trasladando la discusión al Concejo Deliberante, la expresidenta de la Comisión de Género, Ana Castagneto, denuncia que -paradójicamente- el Ejecutivo no ejecutó casi ninguno de los proyectos despachados y aprobados por el recinto. De hecho, ni siquiera llevó a cabo una ordenanza que la misma Municipalidad impulsó con bombos y platillos, pero que a la hora de trabajarla, la dejó en el olvido.
Se trata de un fondo municipal de asistencia a víctimas de violencia de género, que propone la entrega inmediata de 7.500 pesos para todas las mujeres que la hayan sufrido. Busca cubrir los gastos inmediatos que puede conllevar la situación, sobre todo para aquellas cuyos agresores son parejas estables o convivientes.
Uno de los artículos de la ordenanza exigía que se cree un fondo intangible y que el mismo quede expreso en el Presupuesto 2021. No obstante, el garrismo decidió incumplir la ordenanza que ellos mismos impulsaron, dando la gala de institucionalidad y coherencia que ya lo caracteriza. Afortunadamente, este fondo sí estaría contemplado para el año 2022, una muestra que asoma la esperanza de que aparezca la voluntad política.
LA POLÍTICA, LA SOCIEDAD Y LOS FEMINISMOS
La nueva Secretaría de Asistencia a la Víctima plantearía una gestión más transversal a las distintas áreas de la Comuna, de la misma manera que lo hace la cartera de Estela Díaz en la Provincia: no se trata solo de gestionar programas propios, sino de incluir la perspectiva de género a todo el Gobierno.
De hecho, las estrategias que buscan para solventar el problema también son parecidas. La concejala Yanina Lamberti fue quién insistió en la territorialidad como mejor método para asistir a víctimas: "En los operativos DetectAR, cuando la pandemia se calmó un poco, encontrábamos más casos de violencia de género que de coronavirus". Esta idea es compartida por el equipo de Juntos, pero aún quedan diferencias casi insalvables.
En los últimos meses ya hubo asperezas entre la Mesa Intersectorial de Género de La Plata con Cid, en su rol de entonces Presidenta del Concejo Deliberante, cuando el debate en comisión que hubo que dar fue sobre las consejerías de salud sexual integral. Allí Juntos tuvo que hacer malabares para justificar en dos ocasiones por qué no darían despacho al proyecto que, dicho sea de paso, solo sería darle peso de ordenanza a un programa que ya viene llevando adelante la Secretaría de Salud.
Sucede que Juntos, como espacio político, a pesar de ser amplio, sigue siendo mayoritariamente de derecha. De esa manera, no puede llevar la bandera de un feminismo liberal o combativo, por el simple hecho de perder votantes y también porque dentro de sus propias filas hay cabezas a las que entrarles de a poco con esta agenda. Alegan que hay determinados tiempos culturales, así, el oficialismo se termina convirtiendo en un "feminismo conservador".
Al tratarse de un oxímoron político, la ambigüedad deja cosas a la mitad y retrasa una lucha que la oposición quiere dar de distinta manera. En esa discusión deberá jugar un rol fundamental la flamante concejala Ana Negrete, de formas combativas, quien ya tomó la palabra en la primera sesión para marcar que el homenaje a vecinos de Los Hornos tenía pocas mujeres involucradas.
Esta gestión se verá marcada por la tensión entre las organizaciones sociales (principalmente la Mesa Intesectorial de Género) y las instituciones. De llegarse a consensos por ambas partes, La Plata podría convertirse en un ejemplo para el resto de los municipios.
Por el momento, es un buen comienzo limar las asperezas que se puedan y que crezca voluntad política para gestión real por encima de títulos lindos.
