Tratando de evitar una suba de precios en el último mes de año y para evitar que se dispare la inflación, el Gobierno decidió postergar hasta marzo la actualización del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y al Dióxido de Carbono (IDC), que se debía aplicar a partir del 1 de diciembre y que tienen un impacto directo sobre el valor de las naftas y el gasoil en los surtidores.
Este miércoles se publicó en el Boletín Oficial el Decreto 820/2021 a través del cual postergan la actualización de dos impuestos a los combustibles que sucede de forma trimestral de acuerdo al Índice de Precios al Consumidos (IPC) que mide el Indec, y que establece que “los incrementos en los montos de impuestos precitados derivados de las actualizaciones correspondientes al primer y segundo trimestres calendario del año 2021, surtirán efectos para la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil a partir del 1° de marzo de 2022”.
Esta medida había sido anticipada por la Secretaría de Energía y la disposición lleva la firma del presidente Alberto Fernández, el jefe de Gabinete Juan Manzur y el ministro de Economía Martín Guzmán.
En los considerando señalan: "las medidas instrumentadas hasta la fecha y con el fin de asegurar una necesaria estabilización y una adecuada evolución de los precios, resulta razonable postergar para la nafta sin plomo, la nafta virgen y el gasoil los efectos de los incrementos en los montos de impuestos".
La actualización de estos impuestos iba a tener un impacto sobre los combustibles de un 8% para las empresas, lo que representa un incremento del 2% en el precio final que pagan los consumidores en las estaciones de servicio, de acuerdo algunas estimaciones.