Yeny llegó a La Plata para “conocer” pero nunca se imaginó que se quedaría a vivir en nuestra ciudad.
En diálogo con LAPLATA1.com, esta venezolana cuenta su experiencia, cargada de tristeza y esperanza.
“Quería salir no tanto por la situación del país sino por algo muy personal. Quería viajar, quería conocer otra cultura, estar un par de años y luego regresar a mi país. Pero nada más lejos de la realidad”, recuerda.
Su intención era viajar a Chile, pero una amiga que estaba en Argentina la tentó para venir a nuestro país. Estaba en La Plata.
“Me traje a una de mis tres hijos y para diciembre de 2019 vino mi hija menor ‘de vacaciones’ y al día siguiente mi hijo para quedarse. Al final mi hija menor no regresó y acá estamos”, explica.
En Venezuela quedó su madre y también dos sobrinos. Hace poco Yeny sufrió un duro golpe: la muerte de su hermano.
En febrero de 2018 nació un emprendimiento personal: de postres. “Emprender es difícil cuando no se tiene los medios ni los recursos, pero yo aposté a mi producto estrella, que es la torta tres leches, que allá en Venezuela la vendía en varios restaurantes y con ella empezamos a vender ofreciendo entrega sin cargo y caminábamos para entregar todo”, describe. Hace postres pero en realidad todo tipo de comidas. Es una gran cocinera.
Participó de diversas ferias y también fue reconocida como una inmigrante destacada por la Municipalidad de La Plata. Pavada de homenaje a su lucha.
¿Y ahora se va a quedar o tiene ganas de volver? “La Plata es una hermosa ciudad. Tiene una vida hermosa de día y de noche, pero yo extraño mucho ese azul del cielo que se funde con el mar”, reconoce.
“Venezuela es mi eterno amor, y como dice la canción, si algún día tengo que naufragar y el tifón rompe mis velas, enterrad mi cuerpo cerca del mar en Venezuela”, dice con mucha emoción.
Y completa: “Cuando hablo de este tema se me remueven los sentimientos. A veces miramos atrás y es inevitable llorar por lo que se quedó, por los que ya no siguen a nuestro lado y a la vez lo que hemos logrado”.