El hallazgo ocurrió el pasado lunes a las 7 de la mañana. La fallecida fue identificada como Karen Bustamante de 19 años, domiciliada en la localidad bonaerense de Castelar, en el límite con Ituzaingó.
El cuerpo de la víctima presentaba signos de estrangulamiento por asfixia mecánica, cortes en el cuello, posiblemente con una botella rota, y tenía politraumatismos severos en el cráneo y en el rostro, a tal punto que su cara estaba totalmente desfigurada. Por último, mientras la joven agonizaba, el femicida le habría partido un ladrillo en la cabeza. Descartan la posibilidad de una agresión sexual.
La identificación de la joven fue gracias a la difusión de los videos que a través de ellos, descubrieron que la joven y el asesino se conocían. “Vinieron de la zona de Merlo, donde estuvieron en un pool del cual los echaron. De ahí tomaron un colectivo hasta el centro de Moreno, donde recorrieron distintos bares”, dijeron los investigadores.
La madre y la hermana se enteraron del asesinato por los medios, reconocieron a la joven y se hicieron presentes en la comisaría de primera de Moreno. La chica era tratada por un psiquiatra y estaba medicada con Clonazepán.
Su madre aclaró que su hija no era una prostituta, que estudiaba abogacía y trabajaba con ella en la feria, que dejen de ensuciar su memoria. Pide justicia por el brutal crimen de su hija. Mientras tanto, el asesino permanece prófugo.
