El radicalismo huele sangre y no quiere perder su oportunidad. El enroque forzado de Larreta poniendo a Santilli en Provincia y a Vidal en CABA, sumado a la elevada imagen negativa de Mauricio Macri, aceleraron un audaz movimiento de fichas en la UCR.
Entienden que esta es la posibilidad ideal para “dar el paso adelante”, como repiten sus dirigentes. En el interior del país habrá múltiples internas en “Juntos por el Cambio”, y todas ellas con dinámicas provinciales particulares.
Pero haciendo un repaso general se puede observar que la mayoría de las listas están dominadas por radicales. En Chaco, por ejemplo, habrá tres listas y dos de ellas serán encabezadas por líneas internas del radicalismo, mientras que la tercera está protagonizada por liberales.
En Córdoba, por su parte, hay otro ejemplo interesante: Juntos por el Cambio tendrá cuatro listas (la de Mario Negri y la Luis Juez las más relevantes) pero en todas ellas hay dirigentes radicales. Y no es algo único de Córdoba: el despligue territorial de la UCR sigue vigente.
Entre Ríos, otra provincia importante, tendrá una interna de dos listas y también en ambas el protagonismo es radical.
Santa Fe, tal vez, puede marcar una excepción. Allí el panorama es complejo: un sector del radicalismo aún está unido al socialismo, mientras que otro grupo ya hizo las maletas hace varios años y juega con el PRO. Habrá en este 2021 cuatro listas dentro de Juntos por el Cambio en Santa Fe, y el PRO “pone huevos” en tres de ellas. Las dos buenas elecciones consecutivas de Miguel del Sel generaron una base territorial bastante importante para el partido amarillo, que todavía hoy capitalizan tanto en las grandes ciudades como en interior santafecino.
Pero sin dudas el gran envión viene por el lado de Facundo Manes. La dominancia del PRO en la Provincia de Buenos Aires estaba bastante clara a partir del liderazgo de María Eugenia Vidal y lo que irradiaba la gestión de Macri y Larreta en el primer cordón del Conurbano. Pero esos efectos parecen difuminarse.
Desde la caída de Fernando de la Rúa, los resultados de la UCR en la Provincia de Buenos Aires han sido flojísimos. En el 2003, la candidata a Gobernadora fue Margarita Stolbizer: sacó el 9%. En el 2007 se presentó Ricardo Alfonsín y obtuvo solo el 5%. En el 2011 la UCR fue en alianza con Francisco de Nárvaez en la Provincia de Buenos Aires. Pero tampoco esa polémica táctica surtió efecto: el colorado sumó 16% y quedó muy lejos de Daniel Scioli. Lo del 2015 y 2019 es historia más conocida: María Eugenia Vidal fue la candidata a gobernadora y la UCR se tuvo que conformar con el segundo lugar de Daniel Salvador. En resumen: la UCR no tiene un candidato a gobernador o gobernadora propio desde el 2007: pasaron 14 años.
Al término de estas elecciones, será interesante analizar cómo quedó el tablero de votos dentro de Juntos por el Cambio. Si Manes se impone a Santilli en la Provincia de Buenos Aires y Vidal tampoco arrasa en CABA (algo esperable), la sumatoria de votos ya no jugará favor del PRO en el juego interno. Desde el 2015, el tridente Macri-Vidal-Larreta no tenía sombra. Una dominancia amarilla total. Esa hegemonía está ahora claramente amenazada. Y la UCR lo sabe.