En el día del 134° de la fundación del Club Gimnasia y Esgrima de La Plata, repasaremos una de las leyendas que pasaron de boca en boca durante generaciones y que casi todos los hinchas del Lobo intentan ignorar.
Es de público conocimiento que Gimnasia fue el primer club fundado en el país y en materia fútbol, también del continente. Y además, que desde ese entonces hasta el día de hoy, el fútbol profesional masculino no ha podido lograr ningún título de primera división, ni a nivel local, ni a nivel internacional.
Y es un dato por demás curioso ya que se trata del club con más años de vida, y sumado a eso en más de una ocasión estuvo al borde de la gloria. Por eso es que muchos hinchas y seguidores del Lobo creen que el club padece de algún tipo de maldición o mala suerte.
Existe una historia, una leyenda urbana, que recorrió y recorre la ciudad de las diagonales, donde se afirma que un expresidente del club fue quién, al mejor estilo Bela Guttman en el Benfica, condenó al fútbol a una eternidad sin festejos.
Para contextualizar los acontecimientos hay que situarnos en comienzos de siglo XX, cuando Gimnasia era un club donde se podían practicar disciplinas como la gimnasia, esgrima, juegos de salón y eventos sociales, pero no fútbol. En ese entonces el club poseía una postura más “elitista” y al fútbol se lo veía como un deporte de las clases bajas. Pero fue tal el boom de este deporte en el país, que muchos socios comenzaron a exigir que se practique.
Durante años los presidentes se negaron, tanto que un par de socios, estudiantes de medicina se marcharon del club para fundar su propia institución y poder jugar al “balonpie”, al que lo llamarían Estudiantes de La Plata… Sí, el rival de toda la vida.
Esta disputa duró varios años, hasta que, tal como cuenta la leyenda, en una asamblea del año 1915 el presidente de turno terminó accediendo al pedido de mala gana, y luego de una acalorada discusión, terminaría expresando las palabras que hoy en día hacen creer que el fútbol en el club estaría maldito: “Está bien, va a haber fútbol en Gimnasia, pero en su puta vida van a salir campeón”, habría sentenciado el presidente.
Vale aclarar que esta historia no es la oficial, sino que sólo una leyenda. Desde el Club Gimnasia y Esgrima de La Plata explican que lo que realmente aconteció con el fútbol fue una quita de la concesión de terrenos en los que practicaba la disciplina en el año 1905, lo que obligó a la institución a suspender las actividades al aire libre, y que regresó 10 años después ya inscribiéndose para jugar en la División Segunda.
LA SIMBOLOGÍA DEL ESCUDO
Otra teoría que se suma a esta “maldición” en el club, tiene que ver con la simbología que presenta el escudo oficial.
Según los entendidos que estudiaron su diseño, indican que la presencia de las dos espadas cruzadas simbolizan la lucha eterna, haciendo clara referencia a lo que los Triperos sienten desde hace cientos de años.
