Luego del escándalo que se desató en torno a La Faraona, donde lo acusaron de pedofilia por una serie de tweets donde se refería a menores de edad sexualizándolos, volvió a hablar de todo lo que sucedió.
El influencer habló desde Turquía, donde se refugia de las denuncias de las redes, y en ese sentido dijo: "Hay dos tipos de silencios. Puertas adentro y puentas afuera. El silencio puertas adentro es demoledor. Cuando explotó todo, pasé por momentos y cosas muy oscuras".
Y comenzó a explicar lo que le pasó: "En ese momento necesité a mis amigos. Tuve muchos pensamientos suicidas. A mí no se me descubrió nada, porque no hice nada. Todo fue una mentira. Mis "amigos" desaparecieron, me dejaban en visto o me escuchaban los audios a las dos semanas. A un amigo que le está pasando lo que a mí me estaba pasando, no lo podés dejar solo".
Y dijo que mucha gente del medio lo dejó solo sin motivo: "Sentí que me estaban castigando por algo que no hice. ¿Dónde queda la parte humana? Yo me acordaba de quilombos que habían tenido otros y yo sí salí a bancar. Porque si sé la verdad de algo, ¿por qué me voy a quedar callado? Uno no puede ceder ante la mentira".
Aunque también tuvo apoyo de otras personas, que ni siquiera conocía: "Hubo un par de estas personas que me escribieron a las dos o tres semanas. Yo no sé si me estaban jodiendo o no, pero en un momento así no se puede dejar solo a un amigo. Hubo gente que me escribía todos los días que me escribían para saber si necesitaba hablar, si había comido, si estaba bien. Me mostraron una humanidad y algo re lindo".
"Por supuesto que me duele que mis amigos me hayan dejado solo. Decidí volver a mis orígenes para poder salir adelante", dijo, haciendo referencia a sus videos de viajes, algo que está haciendo nuevamente recordando lo que hacía al principio.