El joven fue atropellado y permaneció casi un año en coma tras sufrir una lesión cerebral. Días atrás, despertó y su familia se encuentra frente a un nuevo desafío que es explicarle que hay una pandemia mundial.
Joseph Flavill el 1 de marzo de 2020 regresaba caminando a su casa en Tutbury, Reino Unido, cuando un vehículo lo atropelló y quedó gravemente herido con un daño cerebral que hizo que pase 11 meses en coma profundo en el Hospital General de Leicester.
Por ese entonces, recién comenzaba a hablarse de un virus muy contagioso que estaba azotando Wuhan.
Sin embargo, hace unas semanas Joseph comenzó a reaccionar: “Lentamente está empezando a despertar del coma 2 en el que se encontraba, para tener un mínimo estado de consciencia. Él está dando sus primeras respuestas a simples estímulos y puede verse cada vez más seguido una sonrisa en su hermoso rostro”, señalaron sus familiares.
Pero se abría un nuevo desafío ya que el joven no entiende por qué los médicos que lo atienden tienen protección y mamelucos blancos, y las comunicaciones con la mayoría de las personas cercanas son a través de videollamadas. Incluso, tampoco sabe que él mismo contrajo la enfermedad dos veces.
“Él no sabe nada sobre la pandemia porque estuvo durmiendo durante 10 meses. Su conciencia está empezando a mejorar ahora, pero no sabemos qué sabe. Simplemente no sé por dónde empezar. Hace un año, si alguien me hubiera dicho lo que iba a suceder durante el último año, no lo hubiera creído. No tengo idea de cómo Joseph llegará a comprender lo que todos pasamos”, según comentó Sally Flavill Smith, tía del chico, a The Guardian.
Y agregó: “Cuando esté bien despierto en su habitación, no tendrá ni idea de por qué está allí. Tratamos de hacerle saber que realmente queremos estar allí, tomados de la mano, pero no podemos debido al Covid”.
“Cuando pueda tener contacto cara a cara con él, será la oportunidad de explicarle todo”, remarcó la mujer.
No obstante, la familia se ilusiona con la recuperación del muchacho: “Ha comenzado a dar algunos pasos realmente significativos en el proceso de recuperación. Ha estado siguiendo órdenes, por ejemplo, tocando su oreja izquierda y derecha cuando se le pide que lo haga, es capaz de mover ambas piernas, está respondiendo sí y no a través del parpadeo y el paso más asombroso es que ha demostrado nosotros su increíble sentido del humor”.