Luego de la derrota ante Defensa y Justicia el entrenador renunció a su cargo y en una improvisada conferencia, de la cual insólitamente solo participaron dos empleados del club, sostuvo que "se sabía que era mi último partido. Obviamente estoy dolido porque teníamos la ilusión de tener un mejor arranque. Es difícil explicar porque los resultados no se dieron. No tuvimos esa cuotita de suerte".
A la hora de analizar su ciclo en el Pincha que comenzó en marzo y apenas duró diez partidos el ex defensor explicó que "después de la pandemia no quedó nada. Consensuamos con la dirigencia darle minutos a los pibes sabiendo que era un torneo que no había promedios. Busque la construcción de un equipo". Y se lamentó por las bajas que hubo durante su proceso como las de Schunke, Marcos Rojo, Estévez, Retegui y Gastón Fernández.
Desábato admitió que hace un par de semanas se le cruzó por la cabeza irse del Pincha. "Después de Argentinos Juniors sentí que tenía que dar un paso al costado. No me quería quedar en un cargo por capricho". Y blanqueó una situación que se vivió en el estadio de Newells. "En Rosario dije que si perdíamos me iba pero luego entró al vestuario Sebastián (Verón) y les habló muy bien a los chicos y nos dio fuerzas para seguir". Sin embargo las negociaciones en silencio que entabló la dirigencia del club para contratar a Ricardo Zielinski fueron determinantes para su continuidad y Desábato expresó "después me entero que ya habían hablado con otro técnico y ya eso excede a muchas cosas y afecta a la persona. No me gustaron las formas. Si estoy sentado acá es por respeto a la institución y a los jugadores".
Por último le dejó un mensaje al simpatizante albirrojo. "Estoy agradecido a la gente de Estudiantes por el cariño y la paciencia. Ese sentimiento en mi vida nunca va a cambiar".
