Ailén la rompe todas las mañanas en la esquina de 25 y 526, y los vecinos hasta se sacan fotos con ella deslumbrados por su habilidad para los malabares.
LAPLATA1.com dialogó con la joven, que tiene una historia llena de viajes y sueños.
“Hace cuatro años comenzó todo. Quería ir a una fiesta electrónica en Brasil pero no tenía la plata. Un amigo me dijo que quedaba cerca y entonces fui como mochilera. Y a partir de allí empecé a viajar haciendo malabares. Me daba plata, conocía a gente, y muchos te dan comida y hospedaje. La gente de Brasil colabora un montón”, contó Ailén.
Luego conoció a su pareja, que es chileno y también se dedica también a los malabares. Al poco tiempo, Ailén quedó embarazada y regresaron a la Argentina. De paso, la joven también aprovechó para ver a su familia.
Pero cuando la bebé creció, Ailén y su pareja volvieron a viajar. Primero fueron a Bolivia: “Un re lindo país, y la gente muy amorosa. Luego fuimos a Perú, que también es muy lindo pero la gente no apreció tanto lo que hacemos. Y por último fuimos a Ecuador, donde tuvimos algunos problemas para trabajar y vendimos artesanías”, señaló.
Ailén contó que en Brasil, por ejemplo, dormía en la calle con carpas. Pero cuando viaja con su hija la situación es diferente y tuvo que juntar dinero para poder pagarse las noches en hoteles.
“Este país es muy caro. Acá tenés que juntar 600 pesos para dormir en un hotel”, precisó.
Por otro lado, dijo que no abandonará su sueño: construir un circo. “Quiero que todos los chicos puedan disfrutarlo. Los nenes hoy por hoy ya no hacen deportes, y el circo es increíble. Permite volar y viajar”, cerró Ailén.
