![Jair Bolsonaro no se vacunará contra el COVID-19](/adjuntos/900/bolso.png)
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, desmintió haberse referido al coronavirus como "gripecita" e insistió en que no se pondrá la vacuna cuando esté lista.
Jair Bolsonaro no quere saber nada con el coronavirus, ni con vacunarse contra la enfermedad Covid-19, ni con gestionar los recursos nacionales para hacerle frente a la pandemia que ya produjo 171.460 muertes en Brasil. De hecho, el mandatario afirmó esta semana que es su "derecho" no aplicarse la profilaxis cuando esté disponible en su país.
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Brasil lleva registrados 6.204.220 de casos de coronavirus y hasta su presidente, Jair Bolsonaro, se contagió en julio de este año. El mandatario se recuperó, como también los hicieron sus hijos que dieron positivo por Covid-19, pero la delicada situación sanitaria no lo impulsó a promover la vacunación masiva, como se vio en su emisión más reciente en redes sociales.
"No voy a tomarla, es mi derecho", afirmó Bolsonaro en referencia a la vacuna contra el coronavirus que se está testeando en más de 3 mil personas en Brasil y que podría estar lista antes de fin de año.
Ya en agosto el mandatario había afirmado que "nadie puede obligar a nadie a darse la vacuna" contra el Covid-19, aunque el Ministerio de Salud de Brasil aportó dinero para el desarrollo y producción de la profilaxis de AstraZeneca y la Universidad de Oxford en ese país.
Esta semana Jair Bolsonaro volvió a la carga sobre cómo no va a ser obligatorio vacunarse contra el coronavirus, y además aprovechó para desmentir que alguna vez se haya referido a la pandemia como "una gripecita".
"No existe un video, o un audio, en el que yo hable de esa manera", aclaró el mandatario. En vez, según quiso rectificar, lo que dijo fue que el coronavirus "sería como una gripecita o resfriadito" si le agarrara a él, que fue deportista.
En julio de este año, cuando dio positivo por Covid-19, el mandatario llegó a mostrarse sin barbijo a escasa distancia del público en la puerta del Palacio de la Alvorada, su residencia oficial en Brasilia. En ese entonces agradeció por los rezos y se quitó el tapabocas para que el público viese que estaba "todo bien".