El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, estaba "muy bien" tras haber sido internado con coronavirus, según los médicos que lo atienden, aunque una fuente cercana aseguró que sus signos vitales fueron "muy preocupantes" en las últimas 24 horas y advirtió que las próximas 48 "serán críticas" para su evolución.
El mandatario se encontraba "muy bien", sin presentar fiebre ni necesidad de recibir asistencia de oxígeno, y permanecerá en el hospital Walter Reed para su tratamiento contra el coronavirus, explicaron este mediodía los médicos que lo atienden.
Trump "no tiene fiebre hace 48 horas", por lo que "somos optimistas" de su estado, anunció el jefe del equipo médico presidencial, Sean Conley, y relató que el republicano tampoco presentaba dificultades para respirar o caminar.
El nivel de saturación de oxígeno del mandatario era del 96% y la tos y la congestión nasal estaban mejorando, detalló el médico en conferencia de prensa en el hospital militar ubicado cerca de Washington donde Trump fue ingresado ayer.
Sin embargo, una fuente cercana al mandatario y no identificada aseguró a los periodistas acreditados ante la Casa Blanca que "los signos vitales del presidente en las últimas 24 horas han sido muy preocupantes y las próximas 48 horas serán críticas en lo que respecta a sus cuidados".
"Aún no estamos en un camino claro hacia su completa recuperación", agregó el informante, según las agencias de noticias AFP y EFE.