Graciela, dueña de un comercio de comidas ubicado en 120 y 41, denunció que le clausuraron su local de manera "brutal". Le pusieron una faja y ya no puede trabajar. Incluso tendrá que pagar la multa y no saben cómo realizar el trámite.
Tampoco entienden los motivos de esta decisión repentina. En diálogo con LAPLATA1.com, Graciela comentó que en ese lugar no atienden a clientes, sino que solo hacen delivery en la zona.
Todo habría comenzado por una denuncia vecinal. En el momento del operativo, había dos familiares de los dueños del local, pero Graciela explicó que a veces deben venir a ayudar porque tienen una hija discapacitada.
"Tengo una nena discapacitada y estaba un pariente mío ayudándome. Entraron brutalmente y me mandaron la multa. Nosotros hacemos el delivery de las comidas a pie porque no tenemos moto ni auto. Somos gente humilde. Pero no atendemos en el local", comentó Graciela, muy preocupado porque se quedaron sin su fuente laboral.
"Nosotros tenemos que seguir pagando el alquiler y los gastos de nuestra hija. ¿Cómo hacemos?", se preguntó la comerciante.