Sabemos que acostarnos con el estómago lleno puede llegar a ser perjudicial para nuestra salud. Pero ahora, la ciencia lo confirma. Hay muchos estudios que aseguran que cenar tarde puede estar asociado con enfermedades cardíacas y de diabetes.
Según un estudio desarrollado por la Universidad Nacional Autónoma de México en 2017, esto tiene que ver con el ciclo de 24 horas que sigue nuestro cuerpo. Es decir, si nos alimentamos en las horas que conformarían nuestro período de descanso, los niveles de grasa en nuestra sangre pueden aumentar notablemente.
Otro estudio realizado por investigadores de la Universidad de Columbia sugiere que cenar tarde y dormir menos puede terminar pasándonos factura, sobre todo a nuestro corazón. Tras analizar la popular base de datos "Hispanic Community Health Study/Study of Latinos" (Estudio de salud de la comunidad hispana), compuesta por más de 12.700 adultos hispanos de entre 18 a 76 años, se determinó que más de la mitad de los participantes en el estudio consumían un 30% o más de las calorías de todo el día pasadas las 6 p.m. Estas personas cuentan con niveles altos de azúcar en sangre en ayunas, niveles altos de insulina, la presión arterial más alta, entre otros factores.
Es por este motivo que los expertos recomiendan cenar antes y no acostarse al menos dos horas después de haber cenado.
