Una joven de 23 años, una amiga de 21 y su madre de 48, dormían en su casa de 37 entre 16 y 17, cuando entraron cinco delincuentes. Lo que más le llamó la atención a las víctimas y a la policía, es que no se encontraron rastros de violencia en ventanas o puertas que dieran cuenta de un ingreso forzado.
Los ladrones despertaron a las víctimas con la luz de linternas y les dijeron que se trataba de un allanamiento. En ese momento, las obligaron a entregarles los celulares. Luego, uno de los malvivientes se quedó con las mujeres mientras el resto revolvía toda la casa.
Si bien los hombres estaban tranquilos y organizados fueron violentos, uno de ellos le pegó una trompada la madre de la una de las chicas. Su hija intentó interceder, pero el delincuente la tomó del pelo y comenzó a sacudirla.
Finalmente, los malvivientes se retiraron del domicilio con un total de 30 mil pesos, pulseras, cadenitas y aritos de oro. Una cámara de seguridad de un vecino mostró que habían llegado en un Renault Fluence blanco y en un Renault Clío negro, vehículos similares a los utilizados en el asalto a un hogar de ancianos de Los Hornos. Por ello y por el modus operandi, la policía no descarta que se trate de la mismas personas.
