La Casa Rosada tratará de ultimar este miércoles con María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta el traspaso a la Provincia y la Ciudad del control de las prestadoras de energía Edenor y Edesur. No ocurrirá lo mismo con AYSA; la empresa proveedora de agua potable y cloacas en CABA y 26 municipios bonaerenses seguirá en manos de la Nación.
El traspaso de las eléctricas apareció en la grilla de la discusión entre la Casa Rosada y los gobernadores del PJ, en torno al ajuste del gasto público que pidió Mauricio Macri.
Los mandatarios de la oposición argumentan que, en un escenario de recortes de las transferencias de la Rosada a las provincias, las dos Buenos Aires deben hacerse cargo de las empresas de energía como los distritos del Interior.
El capítulo AYSA, que en Capital y en La Plata señalan a Rogelio Frigerio como promotor, es el complejo por cuestiones crediticias y operativas. Edenor y Edesur sería relativamente simple y no implicaría, según los análisis previos, partidas presupuestarias importantes.
Sobre AYSA, desde Interior dicen que no tienen ninguna intención de desprenderse de la compañía -que está bajo su órbita- y que Frigerio les dejó en claro a Larreta y a Vidal que su posición es no transferirla. Lo mismo sostiene José Luis Lingeri, jefe del gremio del sector, que este viernes se reúne con intendentes del PJ del conurbano que también rechaza el traspaso.
?Sí tendría otro impacto: con el traspaso, la decisión política de aumentar las tarifas, dejaría de ser del presidente para pasar a ser de Vidal y de Larreta. "No hay costo económico, pero hay costo político", explica un funcionario al tanto de la negociación.
Pero lo que sumó a la discusión, y puede ser un tema difícil, es el capítulo subsidios al trasporte, un sistema que involucra a los trenes y a los colectivos del área metropolitana.