Florencia Esther Rollié fue expulsada hace pocas semanas del bloque Cambiemos por operar junto a la oposición desde un oficialismo que le duró poco.
Tanto ella como su pareja Javier Quinterno decidieron el año pasado acentuar sus diferencias con el oficialismo, pero lo que nadie imaginó es que se unirían al kirchnerismo local para ejercer operaciones políticas contra Macri, Vidal y Garro.
Con los ojos siempre puestos en el Mercado Regional de La Plata, Rollié y Quinterno comenzaron hace casi dos años una embestida contra cualquier administrador que pase por allí. En 2016 denunciaron a la indefendible María José Scottini, de oscuros manejos en el ente, quien fue obligada a dar un paso al costado por pedido del propio intendente.
El problema es que también intentaron desestabilizar a Rubén Casanovas, actual administrador del ente, quien viene realizando una prolija gestión en el Mercado Regional. De hecho, durante la semana pasada, dio de baja varios contratos del personal del carga y descarga, que a pesar de sus abultados sueldos no se presentaban a trabajar.
Durante 2016, una foto con La Cámpora la dejó definitivamente afuera de todo futuro con Cambiemos. Por eso, su aliado Claudio Pérez Irigoyen tuvo que ir por una lista no oficialista, algo que le costó su afiliación a la Unión Cívica Radical.
El broche de oro a esta tormentosa relación con sus ex compañeros de bloque se dio el último verano cuando utilizó las redes sociales pagando publicidad para destruir públicamente a un joven militante de Cambiemos, que podía ser designado como Director de Juventud. Realizó acusaciones sin pruebas y la propia justicia desestimó la única causa vigente.
Hoy se muestra abiertamente con los principales referentes del kirchnerismo platense y existe la posibilidad de que pronto comunique oficialmente que es una ferviente Radical K.
