En diciembre del año pasado, cuando recién comenzaba la temporada de verano desde la Comuna de Pinamar habían anunciado que ya no se podrían usar este tipo de vehículos en la playa. La ordenanza ya existía, pero no se hacían demasiados controles.
El municipio entonces aseguró que se restringiría la circulación de vehículos motorizados y que los controles serían mucho más estrictos, llegando a multas de incluso veinticinco mil pesos para aquellos que no cumplieran con la norma.
Incluso como parte del Operativo Sol, alrededor de 1400 policías desembarcaron en Pinamar para patrullar la localidad balnearia. Junto con el personal municipal, ellos deberían encargarse –entre otras cosas- de que la ordenanza se cumpla.
Sin embargo, Franco de siete años se encontraba en la playa, cuando un cuatriciclo manejado por un joven de 23, lo embistió y terminó con su vida. El niño fue trasladado de urgencia al hospital en un auto particular. Pero llegó al lugar sin vida y los intentos de reanimarlo fueron en vano.
Las circunstancias de la tragedia aún son confusas y las autoridades intentan determinar si el menor estaba jugando en la arena o estaba arriba de otro cuatriciclo.
Según informaron fuentes policiales, el nene iba a bordo de un cuatriciclo Yamaha de 90 centímetros cúbicos, color azul y blanco cuando fue impactado por otro más grande, un Yamaha Raptor 600cc negro y blanco. El segundo circulaba a gran velocidad y no lo pudo esquivar.
Desde el municipio, responsabilizaron al conductor de 23 "por hacer lo que no corresponde en el lugar que no corresponde", escribió el intentende Martín Yeza en redes sociales.
Ahora bien, el fallecimiento de Franco no es un caso aislado en el que pueda señalarse a un solo responsable. Se trata de la tercera muerte por el manejo desregulado de cuatriciclos en los médanos en lo que va de la temporada que recién comienza. A principios de enero, el joven Agustín Rebol, de 18 años, murió al volcar con el cuatriciclo que manejaba en Monte Hermoso, mientras que su novia quedó con heridas graves. Unos pocos días antes, Mauro Hernán, de 28 años, había perdido la vida en Pinamar a mediados de diciembre pasado en el conocido Complejo Las Dunas.
Tras la reiteración de accidentes mortales como estos, el Gobierno nacional modificó la ley de tránsito a través de uno de los recientes DNU. Ahora los cuatriciclos comenzarían a ser considerados como "vehículo automotor" y sería obligatorio el patentamiento, uso de casco, licencia especial y verificación técnica vehicular (VTV). Sin embargo, la norma aún no fue reglamentada.
Para que esta norma sea ley efectiva en todo el país, falta que las provincias adhieran o que modifiquen las legislaciones locales para imitar la norma nacional. El cuatriciclo como tal no está regulado como medio de transporte de acuerdo con la Ley de Tránsito, por lo que existía un vacío legal.
Mientras tanto, jóvenes y niños siguen perdiendo su vida en accidentes que podrían ser evitables.
