Los radicales díscolos presentaron una boleta propia de concejales y diputados provinciales a través de CO.PE.BO, pero no pudieron superar el piso del 1.5% y quedaron afuera de la contienda de octubre.
Las denuncias mediáticas y sin consecuencias judiciales (craneadas por Javier Quinterno) de Florencia Esther Rollié hacia la gestión local y los ataques de Claudio Pérez Irigoyen a distintos periodistas de la ciudad no sirvieron: las urnas marcaron un pobre 1.4%.
Algunos de estos radicales soñaban con una retorcida matemática: especulaban con ganarle a la lista local de Cambiemos en base a los números del 2015, cuando Panella, Pérez Irigoyen y Garro compitieron en una reñida PASO.
Sin embargo, la situación fue bien distinta a la imaginada: la lista de Cambiemos rozó el 40% y los díscolos no llegaron 1.5%.