La inflación en alimentos se aceleró en la cuarta semana de enero y podría sumar mayor presión al dato del IPC en el primer mes del año. De todas formas, la variación de este rubro se ubicaría considerablemente por debajo de los niveles de diciembre.
Tal como se desprende del informe que elabora la consultora LCG, en la última semana los precios de la canasta de alimentos y bebidas que releva se aceleraron 1,3 puntos porcentuales (p.p.) para aumentar 3,5% frente a la semana previa.
De esta manera, la suba promedia 23,1% en las últimas cuatro semanas y un 14,6% punta a punta en el mismo período. Estas variaciones continuaron con una tendencia a la baja: de hecho, si se compara con el mismo periodo de diciembre (es decir, la cuarta semana del mes), el relevamiento de la firma acumulaba una suba de 27,1% promedio y del 36,1% medida punta a punta.
Por lo que, más allá de la aceleración que se registró en la última semana, durante enero los alimentos subieron en menor medida que a lo largo de diciembre. Lo que favorecerá, en parte, a un dato de inflación general que también se ubicará por debajo del anterior: estiman en torno al 20%.
En la última semana, según el informe de LCG los “Lácteos” y “Panificados” explicaron el 45% de la inflación semanal (aportaron 1,55 p.p.). De todas formas, el rubro con mayor incidencia dentro del índice fue el segmento "carnes”, que trepó 2,7% semanal.
En tanto, la división que más subió fue la de “azúcar y dulces”, seguida por los “productos lácteos y huevos” (5,7%) y los “panificados, cereales y pastas” (5,2%).
Por su parte, las frutas presentaron una baja en la semana del 2,3%, mientras que las verduras descendieron 0,2%.
En la variación promedio de las últimas cuatro semanas, los “condimentos y otros productos alimenticios” fueron los que más aumentaron (61,6%), seguidos por los “aceites” 33,5%. Por su parte, las carnes 20,5% y explican el 28% de la variación mensual total.
