Giselle nació en Mar del Plata y por una mezcla de eventualidades hoy construye su vida en La Plata. Atravesó semanas muy difíciles en el 2020. “Fue una mezcla de casualidad e instinto de supervivencia”, dice a LAPLATA1.com.
“Yo soy de Mar del Plata, viví toda mi vida allá. Cuando comenzó la pandemia vine a visitar a mi hermano mayor unos días para luego regresar a mi ciudad y seguir trabajando en un local gastronómico”, recuerda.
“Como todos sabemos, primero dijeron que era solo 15 días de aislamiento. El tema es que Mar del Plata estaba cerrada con un retén en todas las rutas y no pude regresar”, sostiene Gise.
Y así fueron pasando las semanas: “Pasaron 15 días, luego 15 días más, y 15 días más. Empecé a desesperarme porque ya no contaba con dinero y necesitaba generar un ingreso”. Su hermano, mientras tanto, le hacía el aguante. Pero todo le había quedado en La Feliz.
Allí fue que empezó a tomarle el gusto por la carpintería. Su hermano, justamente, se dedica a eso: “Como en ese momento de aislamiento todos querían distraerse decorando los hogares me pareció buena idea hacer cuadritos personalizados con madera y vinilo”.
Desde ese momento Gise no paró de crecer: “Compré una placa de madera, para probar, y comencé a publicar y vender. La verdad me sorprendió la repercusión”.
“Cuando se empezaron a levantar todas las restricciones y ya podía volver a Mar del Plata me di cuenta que ya tenía un círculo de trabajo armado que no quería perder”, reflexiona. “Fue todo casualidad e instinto de supervivencia”, insiste.
Ya lleva tres años en nuestra ciudad y tiene un bebé de un año 100% platense. Formó su propia familia, aunque también tiene a sus otros hermanos y padres viviendo en Mar del Plata.
“Se extraña la ciudad y la familia mucho. Pero hoy armé mi propia familia acá y eso es lo que más amo”, concluye Gise.
